La población que requiere atención médica debe trasladarse a otras regiones donde existan médicos que presten sus servicios
Cuatro centros de salud en la sierra de Chihuahua han dejado de prestar servicio a la ciudadanía por temor a ser víctimas de la violencia por parte del crimen organizado.
Autoridades locales han informado que los médicos de al menos cuatro comunidades serranas de los municipios de Gómez Farías, Cuauhtémoc y Témoris, han rechazado laborar en las dependencias regionales pese a que se han mejorado significativamente las condiciones salariales.
Ernesto Ávila, secretario de Salud de Chihuahua, señaló que “esa propuesta no ha tenido eco alguno y persiste un déficit de 60 doctores en el área de la Sierra”, pese a que los sueldos se ofrecen en 40 mil pesos mensuales.
Chihuahua, que tiene una amplia frontera con Estados Unidos, es terreno de disputas entre narcotraficantes por el control de las rutas para el trasiego de drogas.
Según las autoridades, la violencia ha recrudecido por los enfrentamientos armados entre La Línea y Gente Nueva, brazos armados de los cárteles de Juárez y Sinaloa, respectivamente.
En el municipio de Gómez Farías secuestraron en noviembre de 2017 al médico Blas Godínez, director del Hospital Regional, y hasta la fecha se desconoce su paradero.
A raíz de ese evento, personal médico y de enfermería huyó de los cuatro centros de salud que ahora permanecen cerrados.
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