Corea del Sur sorprendió al mundo al anunciar que el presidente norteamericano, Donald Trump , aceptó una invitación del dictador norcoreano, Kim Jong-un, para reunirse a discutir sobre el polémico plan nuclear del régimen comunista. Sería el mayor paso de distensión en un conflicto que tiene en vilo a toda Asia y a Occidente.
La reunión, inédita entre dos mandatarios de esas naciones, se produciría en mayo próximo, según Seúl. Sin embargo, la Casa Blanca, que confirmó el anuncio, señaló que la reunión será “en un lugar y momento a ser definido”.
“Kim Jong-un habló sobre desnuclearización con los representantes surcoreanos, no sólo de congelamiento. También, que no habrá pruebas de misiles durante este período de tiempo. Se está haciendo un gran progreso, pero las sanciones se mantendrán hasta que se llegue a un acuerdo. ¡Se está planeando el encuentro!”, escribió anoche Trump en Twitter.