Ubicada en Boca del Río, la empresa de Maura creció a base de esfuerzo, dedicación y mucha capacitación, pero la pandemia los golpeó fuertemente
A lo largo de 20 años, Maura Mantilla y su familia han entendido que el esfuerzo y el amor a tu trabajo son los dos principales motores que pueden hacer que un negocio subsista las fuertes crisis, sin embargo nada la había preparado para enfrentar un golpe tan duro como el que la pandemia por Covid-19 le dio económicamente hablando.
“La pandemia me dejó totalmente sin trabajo a mí y a mis 15 colaboradores, tenemos una empresa de valet parking que atendía a los restaurantes y también a las bodas, ahora tenemos nuestro tercer mes sin ingresar ni un solo peso a nuestra fuente de trabajo”, cuenta la microempresaria veracruzana.
Poniéndose en el lugar de sus trabajadores Maura logró apoyar a sus empleados los primeros días de crisis a través de sus ahorros, sin embargo los recursos rápidamente faltaron y comenzó a echar mano de otras ideas que le permitieron apenas subsistir.
La ayuda que esta empresaria brindó a sus colaboradores no es suficiente para sostener una familia, ya que ellos al igual que los meseros completan sus ingresos a través de las propinas, las cuales no pueden obtener al haberse suspendido todos los eventos sociales y cerrado los restaurantes.
“Me dediqué a vender todo lo que pudiera vender, les he podido ayudar con algo de dinero y despensas pero esto prosigue y el dinero se acabó”, comparte Maura mientras recuerda que a lo largo de 20 años ha podido dar trabajo a más de 25 familias.
Ubicada en Boca del Río, la empresa de Maura ha crecido a base de esfuerzo, dedicación, mucha capacitación y adiestramiento del personal pasando de tener siete personas a casi una treintena.
“El primer mes fue muy duro, pudimos pagar nóminas y nos coordinamos para generar trabajo alterno ofreciendo lavado de auto por medio de Facebook. Como en la plaza nos conocen y somos de confianza si nos dieron trabajo, pero no es suficiente para mantener los gastos de una familia”, apunta.
Por estos motivos Maura tuvo que llegar a una acuerdo con sus empleados para poderles dar un finiquito parcial, deseando que todo termine lo más pronto posible y poder reincorporarlos a sus actividades.
“Le he dado seguimiento a mi personal, unos están lavando coches, otros están limpiando aljibes, otros dos entraron a trabajar en el call center de Walmart en un nuevo departamento que es únicamente durante la contingencia; y así sucesivamente, a cada uno de ellos trató de echarles la mano eventualmente cuando puedo, vamos al día pero nos preocupa el futuro”, destaca esta visionaria.
Personalmente Maura no se ha rendido, y pese a haber dado positivo a Covid-19 siendo asintomática, a través de redes sociales se ha enfocado en la venta de productos sanitizantes, cubrebocas, nebulizadores, etcétera, y con eso poder generar ingresos para su familia.
“Salí adelante, no tuve problemas respiratorios únicamente todos los demás síntomas y salí adelante después de 16 días de aislamiento”, cuenta.
Ella como miles de mexicanos lamentan que las autoridades no volteen a ver a las personas que trabajan en el rubro del servicio y entretenimiento, como meseros, edecanes y valets parkings, quienes serán de los últimos sectores en volver a operar.
“Me entristece mucho que el gobierno a la clase media, que somos nosotros quienes confiamos en nuestro país y le apostamos a poner una empresa y generar empleo, nos vean con muy mala cara, como si fuéramos los causantes de robos o estafas por parte de gobiernos anteriores. Somos un sector olvidado totalmente”, finaliza esta mujer que no se rinde y que cada día busca brindar una mano a los más necesitados.
Ahora, con la reapertura parcial de los sectores comerciales y restauranteros, Maura espera poder seguir auxiliando a sus colaboradores, llamándoles para devolverles sus empleos. (Para ponerte en contacto con ella y su negocios PULSA AQUÍ)
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