Familias enteras continúan saliendo de la comunidad chiapaneca de Tila, azotada por la ola de violencia ejercida por Los Autónomos
Casas y automóviles quemados, así como animales vagando son el rastro de la desolación que se vive en la comunidad de Tila, en el estado de Chiapas, donde familias enteras han abandonado sus hogares tratando de huir de la violencia ejercida por grupos armados.
En las calles de la cabecera municipal de Tila, Chiapas, aún se respira el olor a cenizas de las casas que fueron incendiadas por el grupo denominado Los Autónomos. Los animales domésticos vagan en busca de comida. Hasta ayer grúas de tránsito estatal levantaron los últimos vehículos que quedaron abandonados en las calles tras quedar chatarras.
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Los comercios, las casas particulares y la Iglesia del Señor de Tila (El Cristo Negro) están cerrados. Nadie camina en las calles, únicamente lo hacen para buscar comida. Los uniformados sólo cuidan que se cometan saqueos a los inmuebles.
En Tila al menos 20 casas fueron incendiadas entre el 3 y el 6 de junio por Los Autónomos, quienes buscan quedarse con las propiedades de los habitantes alegando un derecho a las tierras ejidales, desde 1960, pero en este momento, ante la presencia militar, la Guardia Nacional y fuerzas policiacas, Los Autónomos permanecen escondidos.
Pese a la presencia de los uniformados, pequeñas familias salen de la localidad, algunas a bordo de vehículos tipo estaquitas y otras en cuatrimotos. Nadie los detiene. Salen para salvar su vida.
En las calles de Tila se pueden observar vehículo quemados abandonados. Hay retenes de las Bases de Operaciones Mixtas desde la comunidad Sañojá y sucesivamente y otro más en el crucero a la comunidad de Limar.
En las paredes de las viviendas hay pintas del Cártel Jalisco Nueva Generación y se desconoce si Los Autónomos o Los Karma pertenecen a esa organización criminal.
“Se llevaron todo, mi televisión, el refrigerador, la estufa y mis animales de corral, gallinas, gallo, patos y pollitos se quemaron, en el gallinero”, lamentó doña Herminia, una persona de la tercera edad, que afirma que le robaron todo lo que había en su vivienda.
“A dónde me voy si no tengo nada en mi casa, sólo me da tristeza, porque no tengo nada ya. No vive mi esposo, solita yo estoy, mi hijo está trabajando lejos, solo mi nuera está ahí… se acabó todo”, sostuvo.
Este miércoles, personal de la Secretaría del Bienestar acudió a la cabecera municipal de Tila para atender a los desplazados.
Los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional instalaron una cocina comunitaria en el albergue de Yajalón para dar las tres comidas a los desplazados, en tanto esperan el retorno.
En la iglesia de San Antonio de Petalcingo se encuentra otro grupo de desplazados, ahí cocinan sus alimentos en fogones y toman café a temprana hora.
Decidieron no regresar a Tila, en tanto no se generen las condiciones de seguridad y los autónomos sean detenidos y sean condenados por los constantes delitos que han cometido contra la mayoría parte de la población.
Los habitantes de Tila acusan al expárroco Heriberto Cruz Vera de ser quien controle a Los Autónomos, y al propio presidente municipal Limberg Gutiérrez Gómez. Incluso señalan que el pasado dos de junio no pudieron ejercer su voto, por no permitir la instalación de las casillas.