El suceso tuvo lugar en la favela de Fallet de Río de Janeiro, donde los sospechosos fallecieron durante la confrontación con agentes del Comando de Operaciones Especiales
Una operación policial en Río de Janeiro dejó al menos 13 muertos este viernes en unas favelas de Fallet, Fogueteiro y Coroa, cercanas al céntrico barrio de Santa Teresa, según informaron las autoridades.
“Entraron en el Hospital Municipal Souza Aguiar 14 pacientes con heridas de balas, 13 de ellos muertos y uno en estado grave”, informó la Secretaría Municipal de Salud en una nota.
Desde la madrugada del viernes, los agentes habían realizado operaciones en varias comunidades del centro de la ciudad debido a “tiroteos en la zona provocados por la disputa entre grupos criminales”, según informó en un comunicado la Policía Militar, un cuerpo policial que depende de la autoridad de cada estado.
En el morro de Fallet, los policías “fueron recibidos con disparos y hubo un enfrentamiento, tras el cual al menos 10 delincuentes fueron encontrados heridos en las calles de la comunidad y trasladados al hospital Souza Aguiar”, agregó el informe.
Policiais do #BPChq deixam 12 criminosos baleados durante uma ação em que 3 #Fuzis, 06 #Granadas e 12 #Pistolas foram apreendidos. A ação policial aconteceu na manhã desta sexta-feira nas comunidades do Fallet, Fogueteiro e Coroa.
Não iremos parar. Conte com a #PolíciaMilitar! pic.twitter.com/bAqkTzf75T
— PMERJ (@PMERJ) 8 de febrero de 2019
La operación en la cercana comunidad de Morro dos Prazeres se saldó con otros dos sospechosos heridos, de acuerdo al primer comunicado de la policía, que no reportaba fallecidos.
En las intervenciones, los agentes se incautaron de tres fusiles de asalto, 12 pistolas y seis granadas, además de dos radiocomunicadores.
Las favelas, los barrios populares donde vive casi un cuarto de los seis millones de habitantes de Río, son frecuentemente escenario de tiroteos que se desatan durante las operaciones policiales contra el tráfico de drogas o por enfrentamientos entre bandas rivales.
Los datos nacionales indican que en 2017, la policía brasileña mató a 5,144 personas y 367 policías murieron asesinados en servicio y fuera de servicio.
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