Para algunos niños, la escuela es casi su única fuente de alimento, dejar de ir implica un importante riesgo para su salud y desarrollo
La salud de 370 millones de niños está en peligro por haberse quedado sin comedores escolares como consecuencia del cierre de los centros educativos por la pandemia de coronavirus.
El Programa Mundial de Alimentos y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia advierten que para muchos niños esta es la única comida del día.
La directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore, ha recordado que, “la escuela es mucho más que un lugar para aprender”, ya que en los países pobres también se prestan servicios de salud como vacunaciones o tratamientos antiparásitos por lo que ha pedido que se cubran estas necesidades para los más vulnerables. De lo contrario, teme consecuencias “devastadoras” que “se sentirán durante décadas”.
Las comidas escolares son especialmente importantes en el caso de las niñas, ya que, la promesa de una comida puede bastar para que las familias más pobres envíen a su hija a la escuela, permitiendo que escape de un posible matrimonio temprano y las tareas domésticas.
El PMA y UNICEF están colaborando con los Ggobiernos de 68 países, para proporcionar raciones para llevar a casa, cupones o transferencias en efectivo como alternativa a las comidas que realizaban en sus centros educativos.
Con información de
ONU Noticias
DMS
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