Mientras que el escándalo de Cambridge Analytica toca a su puerta, Theresa May señaló que al menos 130 personas podrían haber estado expuestas al agente nervioso que envenenó a Sergei Skripal en Salisbury
La primera ministra británica, Theresa May, dijo el lunes que más de 130 personas podrían haber estado expuestas al agente nervioso que envenenó este mes al exespía ruso Sergei Skripal y su hija en la ciudad inglesa de Salisbury.
“Evaluamos que más de 130 personas en Salisbury podrían haber estado potencialmente expuestas a este agente nervioso”, aseguró May en una declaración al Parlamento.
La primera ministra también afirmó que Gran Bretaña tiene información que indica que en la última década Rusia ha investigado formas de administrar agentes nerviosos, probablemente para asesinar. Hecho que ha sido negado reiteradamente por Moscú.
Agregó que Rusia ha cubierto la utilización de armas químicas en Siria por parte del Gobierno de Bashar al-Assad. Ante esto, Moscú ha negado estar detrás del ataque en contra de Skripal y su hija el 4 de marzo en la sureña ciudad inglesa de Salisbury.
Por otro lado, el grupo activista anti-Brexit, ‘Best for Britain’, mandó este domingo a la primera ministra británica una carta exigiendo una investigación sobre una supuesta implicación de los miembros de su gabinete en las actividades de la empresa digital británica Cambridge Analytica, acusada de influir en los resultados del referéndum del ‘Brexit’.
Los activistas piden investigar en concreto al ministro de Asuntos Exteriores británico, Boris Johnson, y al de Medio Ambiente, Michael Gove, quienes eran miembros destacados de la campaña a favor del “Brexit” (‘Vote Leave’), informa The Guardian.
La carta fue enviada después de que el activista Shahmir Sanni declarara el pasado viernes a The Observer que la campaña ‘Vote Leave’ gastó por encima de lo marcado por la ley: unas 625,000 libras esterlinas (unos 924,100 dólares), que canalizó a través de otra iniciativa similar, “BeLeave”, en las cuentas de la empresa de servicios digitales canadiense Aggregate IQ (AIQ), que tiene enlaces con Cambridge Analytica, que enfrenta acusaciones por usar tácticas ilegítimas para ayudar a determinados candidatos a ganar elecciones en diferentes países, inclusive a Donald Trump en el 2016.
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