Décadas después de su violenta muerte, Martin Luther King sigue inspirando a toda la gente que lucha por los derechos y la dignidad humana
Ya sabemos que el reverendo Martin Luther King fue uno de los “gigantes morales” del siglo XX al dedicar su vida a la causa de la igualdad, la justicia y el cambio social sin violencia.
Reconocido pastor estadounidense de la Iglesia bautista y activista en el movimiento por los derechos civiles para los afroamericanos, también participó en numerosas protestas contra la guerra de Vietnam y la pobreza en general, por lo que el 14 de octubre de 1964 se convirtió en la persona más joven en recibir el Premio Nobel de la Paz.
Su asesinato el 4 de abril de 1968 se considera uno de los magnicidios del siglo XX, y décadas después de su muerte sigue inspirando a toda la gente del mundo a luchar por los derechos y la dignidad humana frente a la opresión, la discriminación y la injusticia.
Sin embargo, cabe recordar la visión encontrada de una misma causa que mantenía con Malcolm X, el otro activista por los derechos de los negros, pero que opinaba que la población afroamericana debía rebelarse ante la dominación blanca; ambos líderes carismáticos de gran alcance, no tuvieron el mínimo empacho en atacarse públicamente.
Ministro religioso, integrante por años de la Nación del Islam, con sus ideas radicales Malcolm X se burlaba de las sentadas y cánticos que encabezaba Martin Luther King, al considerar que la estrategia de “no violencia” fomentaba la “indefensión” de su pueblo frente a los blancos, al grado de calificar como “un crimen enseñar a un hombre a no defenderse cuando es la víctima constante de brutales ataques”.
Defendiendo que había que ser “no violentos con los no violentos”, criticaba duramente al gobierno estadounidense por servir a los blancos poderosos, creía que los negros eran superiores a los blancos y tenían que defenderse. Postulados por los que sus detractores lo acusaban de ser racista.
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Contrario a Martin Luther King que buscaba mostrar el horror de la segregación racial, así como la brutal represión que ejercían las autoridades en el sur estadounidense, tratando de despertar mediante el Evangelio la conciencia de los blancos del norte, para así tener su apoyo político.
A diferencia de Malcom que llamaba a canalizar la rabia contenida durante siglos de atropellos contra los negros, el reverendo King estaba convencido de que en caso de darse un enfrentamiento entre las razas, la suya tenía todas las de perder, seguro de que los llamados a la violencia solo podían traer desgracias.
Tras el célebre discurso “Tengo un sueño” en la Marcha sobre Washington, en el que Malcolm X estuvo presente entre la multitud reunida, se refería a dicho evento como “Farsa sobre Washington”, describiendola como un “circo”, cuestionando “dónde se ha visto a furiosos revolucionarios cantando […] hombro con hombro con la misma gente contra la que se supone que se están rebelando”.
Martin Luther King y Malcom X, los líderes más importantes del activismo negro solo coincidieron una vez, y fue el 26 de marzo de 1964 en el Senado de los Estados Unidos cuando se debatía la Ley de los Derechos Civiles que terminaría por prohibir la discriminación por cuestiones raciales.
Irónicamente, ambos fueron asesinados a la edad de 39 años, con tres años de diferencia.
IPR
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