
El exgobernador de Puebla, Mario Marín Torres, conocido como “el góber precioso”, ha sido reingresado al penal de máxima seguridad del Altiplano en el Estado de México.
Esta decisión se produce después de que un tribunal federal revocara la medida que le permitía continuar su proceso en libertad, relacionada con la acusación de tortura en perjuicio de la periodista Lydia Cacho.
En 2005, Lydia Cacho fue detenida y trasladada desde Cancún a Puebla tras la publicación de su libro “Los demonios del Edén”, en el que denunciaba una red de explotación infantil que involucraba a empresarios y políticos. Durante su detención, Cacho denunció haber sido víctima de tortura y violaciones a sus derechos humanos, señalando a Marín como responsable de estas acciones.
En febrero de 2021, Marín fue detenido en Acapulco por su presunta implicación en el delito de tortura contra la periodista. Inicialmente, se le dictó auto de formal prisión y fue ingresado al penal de Cancún, Quintana Roo. Posteriormente, en enero de 2023, fue trasladado al Altiplano. Sin embargo, en agosto de 2024, obtuvo una medida cautelar que le permitió continuar su proceso en libertad.
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La reciente revocación de esta medida por parte del Tribunal Colegiado de Apelación del Vigésimo Séptimo Circuito obliga a Marín a regresar a prisión preventiva mientras se resuelve su situación jurídica. Esta decisión subraya la gravedad de las acusaciones en su contra y refuerza el compromiso del sistema judicial mexicano con la protección de los derechos de las víctimas y la rendición de cuentas de los funcionarios públicos.
Organizaciones defensoras de la libertad de expresión y derechos humanos han seguido de cerca este caso, considerándolo emblemático en la lucha contra la impunidad en agresiones a periodistas en México. El retorno de Marín a prisión es visto como un avance hacia la justicia en un país donde la violencia contra comunicadores ha sido una constante preocupación.