Marilyn Cote, una abogada que se hacía pasar por psiquiatra en Puebla, está en el centro de una polémica tras ser acusada en redes sociales de brindar servicios médicos sin contar con la certificación correspondiente.
La abogada, quien había afirmado tener reconocimientos y estudios en psiquiatría, ha sido objeto de críticas por no contar, aparentemente, con la documentación necesaria para ejercer.
En declaraciones al medio Diario 24 Horas Puebla, Cote afirmó que la clausura impuesta por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) no es definitiva y que su consultorio aún no ha sido cerrado por completo. Según Cote, la intervención de Cofepris consistió en un procedimiento para revisar su documentación y atender las quejas de la comunidad.
“El procedimiento que lleva Cofepris es obviamente primero revisar de más y obviamente no te cierra definitivamente. ¿Si me explico? Si no tiene una razón para hacerlo. Entonces ellos no cerraron el consultorio. Simplemente nos instaron a presentar toda la documentación. Regresan en este momento por toda la sarta de quejas y que obviamente tienen que dar el derecho de credibilidad a la comunidad, entre comillas. Realmente no hubo ningún inconveniente, ningún delito, aquí”, señaló.
Cote sostiene que cuenta con la documentación necesaria para comprobar su formación. Explicó que las dificultades en la homologación de sus títulos se deben a su estatus de extranjera, señalando que, desde 2019, los profesionales internacionales no pueden registrarse en la plataforma del Centro Nacional de Profesiones en México.
Aunque Cote afirma haber estudiado en instituciones prestigiosas como la Universidad de Harvard y la Universidad de Oslo, además de contar con experiencia en cursos del FBI y una supuesta participación en el hospital “Fifty Doctors”, dicha entidad médica ha desmentido estas afirmaciones. El hospital “Fifty Doctors” negó cualquier relación con Cote y anunció que tomará acciones legales por el uso no autorizado de su nombre en recetas médicas.
La Secretaría de Salud acudió al consultorio de Marilyn Cote, ubicado en el hospital MAC en San Andrés Cholula, y colocó sellos de suspensión debido a diversas irregularidades en su ejercicio profesional. Entre las acusaciones figuran la usurpación de cédulas profesionales y el uso indebido de logotipos de instituciones de renombre como Harvard, la Universidad de Oslo y la Unidad de Análisis de Conducta del FBI.
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El escándalo se intensificó cuando los hospitales Fifty Doctors y Torres Médicas emitieron un comunicado desvinculándose de Cote, quien afirmaba ser accionista y usaba sin autorización los logotipos de estas entidades. Ambas instituciones anunciaron que tomarían acciones legales para prevenir futuros fraudes.
Por su parte, el fiscal general de Puebla, Gilberto Higuera Bernal, indicó que aunque aún no se han presentado denuncias formales contra Cote, esta podría ser procesada si se demuestra que prescribía medicamentos controlados sin la titulación adecuada.
A pesar de las acusaciones en su contra, Marilyn Cote afirmó que se han emitido órdenes de aprehensión contra quienes la acusan, y mencionó que tanto la policía cibernética como la fiscalía le han ofrecido su apoyo. La autodenominada psiquiatra se promocionaba en línea como experta en neurociencias, asegurando poder curar la depresión en ocho días y la ansiedad en menos de una semana, lo que generó escepticismo por la magnitud de sus afirmaciones.
En un intento por fortalecer su imagen, Cote creó un perfil en Wikipedia en el que se presentaba como especialista reconocida internacionalmente y publicó un libro titulado El psicodiagnóstico de Rorschach en la perfilación criminológica, aunque se cuestiona la existencia de dicha obra. En el Registro Nacional de Profesiones, figura con una licenciatura en Derecho, una maestría en criminalística y un doctorado en Psicología, pero sin titulación en psiquiatría.
A pesar de sus credenciales, Cote recetaba medicamentos como Duloxetina y Quetiapina, que requieren una prescripción psiquiátrica. Su participación en plataformas como Doctoralia, donde fue reconocida en 2017, contribuyó a que muchos pacientes confiaron en ella. Sin embargo, varios de ellos han expresado en redes sociales los efectos adversos y diagnósticos erróneos sufridos debido a la medicación inapropiada, descubriendo posteriormente que no era psiquiatra titulada.