Las partículas ultrafinas pasan a través de los pulmones y son captadas por las células y transportadas a través del torrente sanguíneo por todo el cuerpo
Si en estos días de contingencia ambiental te has sentido más cansado e irritable física y anímicamente, puedes echarle la culpa a la contaminación que prevalece en el aire.
El elevado nivel de contaminantes que en estos días ha prevalecido en la Ciudad de México y Zona Metropolitana del Valle de México, ha provocado estragos directos e indirectos en la salud de muchos habitantes que aparentemente no han percibido tales afectaciones.
Sin embargo, la contaminación del aire puede estar dañando todos tus órganos y prácticamente todas las células de tu cuerpo.
Según una investigación publicada por The Guardian, los habitantes de lugares con altos grados de contaminación pueden sufrir desde enfermedades cardíacas y pulmonares hasta diabetes y demencia, problemas hepáticos, cáncer de vejiga, huesos frágiles y piel dañada.
Estos daños a la salud se originan porque los contaminantes causan inflamaciones que luego se expanden al cuerpo gracias al ingreso de partículas ultrafinas a través del torrente sanguíneo.
De acuerdo con científicos del Foro de Sociedades Respiratorias Internacionales “La contaminación del aire puede causar un daño agudo, así como crónico, que afecta a cada órgano del cuerpo. Las partículas ultrafinas pasan a través de los pulmones, son captadas fácilmente por las células y transportadas a través del torrente sanguíneo para exponer prácticamente todas las células del cuerpo”, destacaron.
Los principales órganos que son afectados por la contaminación son:
- Pulmones y corazón. Ellos inician la cadena al inhalar el aire sucio, pudiendo desarrollar enfermedades respiratorias como enfisema, asma y hasta cáncer de pulmón. El corazón también resulta con daños considerables pues esto incrementa el riesgo de ataques cardíacos ya que las arterias se estrechan y los músculos se debilitan.
- Cerebro y mente. En el cerebro, la contaminación provoca una inflamación sistémica debido a que las células inmunes del cerebro consideran a las partículas contaminantes como bacterias, lo que provoca que las ataquen liberando enzimas y ácidos es decir, que la evolución natural del cuerpo humano está enfocado en defenderse de infecciones pero no de la contaminació; esto puede producir accidentes cerebrovascuales, demencia y reducción en la agilidad mental, además de insomnio y apnea.
- Órganos abdominales. Entre los órganos con más daños está el hígado pues es el encargado de eliminar las toxinas del cuerpo, esto se vincula con numerosos tipos de cánceres, como el de vejiga e intestino así como un aumento en el síndrome de intestino y colon irritable.
- Incluso, la piel y los huesos se ven afectados con el envejecimiento cutáneo, urticaria y huesos frágiles.
- Reproducción, genética y niños.
- La contaminación se relaciona con la reducción de la fertilidad y los abortos espontáneos. Los fetos también se ven afectados pues la contaminación ataca a la placenta que nutren a los embriones. El bajo peso al nacer de los bebés y nacimientos prematuros también están señalados.
Los niños son los individuos más vulnerables pues sus cuerpos están en desarrollo y no cuentan con las defensas suficientes para hacerles frente a los contaminantes.
Por su parte, en México, el jefe de departamento de otorrinolaringología, del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), Armando Castorena Maldonado, advirtió que la contaminación ambiental produce en la población en general resequedad en vías nasales y garganta, situación que en las noches no permite el descanso.
En el caso de las personas que sufren enfermedades como asma, conjuntivitis, y enfermedades crónicas pulmonares, se exacerban, afirmó durante su participación en el Neurotalk.
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