El 19 de enero, Alexander, de nueve años, y Gael, de 12 años, fallecieron junto a su padre en un ataque armado ocurrido en el fraccionamiento Los Ángeles, ubicado al oriente de Culiacán, Sinaloa.
El suceso generó indignación entre los habitantes, y debido a la falta de respuesta por parte del gobierno estatal, salieron a protestar para exigir justicia. Sin embargo, la manifestación se tornó violenta cuando vandalizaron las oficinas del gobernador Rubén Rocha Moya mientras pedían su renuncia.
Sobre el tema, Víctor Manuel Aispuro, director de la escuela Sócrates de Culiacán, donde estudiaban Gael y Alexander, mencionó que prevalecen sentimientos de frustración, ira, tristeza y miedo entre la comunidad escolar.
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La marcha comenzó de manera pacífica, pero cambió de rumbo cuando no fueron recibidos por el gobernador, lo que desató un colapso que culminó en un acto de violencia, explicó en una entrevista para Así Las Cosas con Enrique Hernández Alcázar.
Víctor Manuel Aispuro destacó que la ciudadanía está profundamente preocupada por el clima de violencia en Culiacán; no viven en paz, sino con miedo, y exigen un alto a la violencia.