“Que caiga, que caiga”, gritaron algunos encapuchados, que celebraron caída de la cúpula de la Parroquia de los Artistas en Santiago de Chile
Una iglesia consumida por el fuego y otra dañada en las cercanías de la Plaza Italia de Santiago de Chile fueron el resultado este domingo de ataques violentos por personas encapuchadas durante una multitudinaria manifestación que fue mayoritariamente pacífica para conmemorar el primer aniversario del inicio de la revuelta social en Chile.
El primer santuario en arder fue la Iglesia San Francisco de Borja, usado regularmente por el cuerpo policial de Carabineros para ceremonias institucionales, y -horas más tarde- fue la Iglesia de la Asunción, una de las más antiguas de la capital, con más de un siglo y medio de historia.
La Iglesia de San Francisco de Borja fue también saqueada y algunas de sus imágenes religiosas fueron quemadas en la calle, mientras que la de La Asunción vio cómo su cúpula caía al suelo consumida por las llamas.
En Chile, se derrumba torre de iglesia tras incendio#AbreLosOjos @ElOpinadorTV por @ImagenTVMEx pic.twitter.com/Xx6TIydSIt
— imagenzea (@imagenZea) October 19, 2020
“Que caiga, que caiga”, gritaron algunos encapuchados, que celebraron caída de la cúpula de la pequeña iglesia, conocida también como la Parroquia de los Artistas.
Te puede interesar: Salvador Allende y los magnicidios más polémicos de Latinoamérica
La estructura fue atacada por personas encapuchadas en momentos en que transcurrían varias horas de manifestación pacífica en los alrededores de la Plaza Italia, donde celebraron el inicio del estallido social del 18 de octubre de 2019.
Cuando la iglesia ardía, equipos de bomberos y rescatistas hicieron un cerco para evitar que el colapso de la estructura impactara sobre la gente.
Según Carabineros, al menos 18 agentes resultaron lesionados en distintos puntos de la capital. A diferencia de otras semanas, el cuerpo policial estuvo la mayor parte del día replegado y empezó a actuar cuando comenzaron los desmanes.
El presidente chileno, el conservador Sebastián Piñera, quien pasó todo el día en su residencia, se trasladó en horas de la tarde al Palacio de La Moneda -sede del Gobierno- para monitorear los incidentes, que ensombrecieron una jornada que transcurrió durante horas en un ambiente muy festivo y familiar.
IPR
Contenido relacionado
Un centenar de detenidos en nueva manifestación contra el presidente de Bielorrusia