El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau calificó los hechos como “espantosos” y dijo que estos actos “deben ser condenados dondequiera que los veamos”
En Montreal, Canadá, se vivió una noche de disturbios este viernes, cuando una manifestación organizada por colectivos activistas y pro-palestinos, se transformó en enfrentamientos violentos, daños a la propiedad y arrestos.
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El incidente, que coincidió con la 70ª Asamblea Parlamentaria de la OTAN, atrajo duras críticas de líderes políticos, incluido el primer ministro Justin Trudeau, quien calificó los hechos como “espantosos”… aunque mientras se realizaban las protestas, estaba en el concierto de la cantante estadunidense, Taylor Swift.
La manifestación fue convocada por grupos como Divest for Palestine y el colectivo anticapitalista CLAC, quienes denunciaron la alianza militar como beneficiaria de conflictos internacionales, incluidos los relacionados con Palestina. En un comunicado en redes sociales, los organizadores declararon:
“Mientras esta alianza militar, que se beneficia del genocidio en Palestina, se reúne, nuestras voces deben resonar por toda la ciudad”.
La manifestación comenzó pacíficamente alrededor de las 16:30 horas en la plaza Émilie-Gamelin, en el barrio de Ville-Marie. Sin embargo, hacia las 18:10 horas, las tensiones se intensificaron cuando los manifestantes prendieron fuego a un maniquí en el centro de la multitud, lanzaron bombas de humo y colocaron barreras metálicas en las calles para dificultar el trabajo policial, según Manuel Couture, portavoz de la policía de Montreal.
“Poco después, comenzaron a arrojar fuegos artificiales y a agredir a los oficiales presentes”, relató Couture. Conforme avanzaron por la calle, algunos manifestantes rompieron las vidrieras de negocios locales y del Palacio de Congresos. Los actos de vandalismo también incluyeron el incendio de dos vehículos.
La policía respondió utilizando irritantes químicos para dispersar a la multitud. A las 19:00 horas, los manifestantes habían abandonado el lugar, dejando tras de sí un rastro de destrucción. Tres personas fueron arrestadas bajo los cargos de agresión a agentes del orden y obstrucción de la labor policial.
Condenas de todo el espectro político
El primer ministro Justin Trudeau condenó enérgicamente los actos de violencia en un mensaje publicado en X el sábado. Agregó que la Real Policía Montada de Canadá (RCMP) está colaborando con las autoridades locales para garantizar que los responsables enfrenten las consecuencias legales correspondientes.
“Lo que vimos anoche en las calles de Montreal fue espantoso. Los actos de antisemitismo, intimidación y violencia deben ser condenados dondequiera que los veamos”, escribió.
La ministra de Asuntos Exteriores, Mélanie Joly, y el ministro de Defensa, Bill Blair, también criticaron los eventos. Blair señaló que las acciones vistas en Montreal “no se parecían en nada a protestas legales y pacíficas”. En su lugar, describió el caos como “anarquía” y una muestra de “odio y violencia”.
Joly, por su parte, destacó que los actos de antisemitismo y la violencia no tienen lugar en una sociedad canadiense que valora el respeto y la tolerancia.
“Esto fue odio en su forma más cruda, y debemos rechazarlo en nuestras calles y comunidades”, declaró.
El primer ministro de Quebec, François Legault, también expresó su indignación, describiendo las escenas como “inaceptables”. En un mensaje en X, escribió:
“Las escenas violentas y de odio que presenciamos en Montreal, con ataques dirigidos específicamente a la comunidad judía, son inaceptables. Quemar coches y romper cristales no envía un mensaje, solo genera caos”.
La alcaldesa de Montreal, Valérie Plante, se unió a las condenas, calificando los actos de los manifestantes como “impactantes”. Agradeció la respuesta de la policía y enfatizó que “el caos y la violencia contra los comerciantes son inaceptables en una ciudad pacífica como Montreal”.
No hay investigaciones de ‘antisemitismo’ en la protesta
Aunque Trudeau y otros líderes señalaron actos de antisemitismo entre los manifestantes, la policía de Montreal informó que, hasta el momento, no hay investigaciones en curso relacionadas con crímenes de odio derivados de la protesta.
El evento también coincidió con una ola de huelgas y manifestaciones pro-palestinas lideradas por estudiantes en Quebec, reflejando un clima de creciente tensión política en la región. Estas acciones han reavivado el debate sobre el equilibrio entre el derecho a la protesta y la seguridad pública, especialmente cuando las manifestaciones derivan en actos violentos.
El líder del Partido Conservador, Pierre Poilievre, utilizó el incidente como una oportunidad para criticar al gobierno de Trudeau, describiendo la protesta como un ejemplo del “caos que está envolviendo a nuestro otrora pacífico país” tras nueve años de lo que calificó como “una agenda radical y divisiva”.
Poilievre argumentó que las políticas del gobierno actual han exacerbado las tensiones sociales y debilitado el orden público, mientras otros políticos insistieron en reforzar la seguridad y proteger a las comunidades vulnerables.