El rey Tailandia se coronó este sábado en el Gran Palacio Real de Bangkok, lo que consolida el inicio de una nueva época en el país tras la de su padre, fallecido en 2016
El rey de Tailandia, Maha Vajiralongkorn, fue coronado oficialmente el sábado en una suntuosa ceremonia en el Gran Palacio, asumiendo el papel protagonista en un elaborado rito con siglos de antigüedad que no se celebraba desde hacía al menos 70 años.
La coronación representa una renovación del poder de la monarquía tras la muerte del venerado padre de Vajiralongkorn, el rey Bhumibol Adulyadej, en octubre de 2016 a los 88 años. El acto se celebró en medio de más de una década de enfrentamientos políticos, incluyendo un golpe de Estado en 2014 y unas polémicas elecciones hace menos de dos meses.
Tras completar todos los ritos, Vajiralongkorn emitió su primera comanda real, que se supone que debe establecer el tono de su reinado. Sus palabras no distaron mucho de las pronunciadas en su día por su padre.
“Perseguiré, preservaré y ampliaré, y reinará con justicia para el beneficio y la felicidad del pueblo para siempre”, dijo el monarca según una traducción no oficial.
Vajiralongkorn, de 66 años, fungía como monarca desde que subió al trono hace más de dos años. El sábado recibió su corona de manos del jefe Brahmin, un sacerdote hindú que actuó de guía en una ceremonia mixta budista e hinduista, que se emitió en vivo por todas las televisoras de la nación.
El rey, conocido como Rama X por ser el 10mo monarca de la dinastía Chakri, se colocó entonces la corona, que tiene más de 200 años, sobre su cabeza. La “Gran corona de la victoria” tiene 66 centímetros (26 pulgadas) de alto, pesa 7.3 kilos (16 libras) y está ornamentada con diamantes engastados en oro.
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