
Una alumna de nivel medio superior intentó sobornar a su maestro de contabilidad para obtener un diez, al no lograrlo lo acusó de acoso sexual
Luego de rechazar un soborno, el profesor Omar Tomás González Martínez dice haber sido blanco de falsas acusaciones de acoso sexual por parte de la menor de edad identificada como R.L.G., alumna del Colegio de Bachilleres Plantel 2 “Cien Metros”, en la CDMX. Al mismo tiempo, denuncia que la institución educativa ha tomado decisiones arbitrarias al respecto, separándolo de su labor docente e incluso impidiendo el acceso a su centro de trabajo.
Según lo relatado por González Martínez la alumna R.L.G se presentó fuera de tiempo a realizar un examen final y ante la posibilidad de reprobar la materia de Contabilidad, puesto que su promedio era insuficiente, trató de convencer al maestro de que le asignara un diez, ofreciendo como soborno materiales didácticos, ropa, una comida, dinero. El docente nuevamente rechazó el soborno e incluso platicó con la alumna sobre la dinámica familiar y las problemáticas de la menor.
El profesor se negó al soborno y posteriormente fue llamado por María de Jesús Cástulo Martínez, jefa de formación laboral, para informarle que la tutora de la alumna R.L.G. lo había señalado por un presunto acoso sexual en contra de la menor, donde supuestamente el maestro había propuesto “un acostón por un diez”.
Omar González relató lo sucedido a la jefa de formación laboral, quien le pidió un escrito detallando los hechos. El maestro entregó el documento requerido, el cual no fue acusado de recibido, argumentando que lo entregaría a la directora, al subdirector y que ella se queda con su copia.


Días después, el docente recibió un citatorio sin sello ni firma donde le notifican que debe presentarse en las oficinas que ocupan de la unidad
encargada del apoyo jurídico del Colegio de Bachilleres, por el presunto acoso hacia una alumna de identidad reservada R.G.L. Según lo relatado por el maestro, el documento presenta importantes inconsistencias y datos erróneos.
El profesor acudió a la reunión convocada y al revisar el expediente se percató de que la alumna en cuestión había realizado una acusación tergiversando la información que él mismo había escrito al momento de informar lo sucedido a las autoridades el plantel.
El profesor Omar Tomás González Martínez presentó pruebas del bajo rendimiento de la alumna R.L.G., la conversación de chat donde la alumna agradece al maestro por la plática sostenida y las inconsistencias en las declaraciones de la menor; sin embargo, las autoridades escolares determinaron que debía ser separado de su labor docente.
En un inicio y a pesar de las pruebas entregadas por González Martínez, se determinó su cese laboral; se le indicó que tenía 8 días hábiles para desocupar su cubículo, pero posteriormente la directora Sandra Garduño Peralta le prohibió el acceso al plantel educativo.Tres días después, González Martínez recibió un correo donde se le indicaba que debía pasar a recoger sus pertenencias. Cuando llegó al lugar se percató de que su cubículo había sido clausurado y habían sido sustraídos materiales de trabajo de su propiedad.
El maestro manifiesta que es su derecho “derecho expresar y condenar enérgicamente la vil y cobarde acción de la alumna R.L.G. por
no acceder a su soborno e insinuaciones con tal de ponerle 10 de calificación final en el semestre.” También solicita que se realice una auditoría a la directora del plantel Sandra Garduño Peralta, cuya gestión presuntamente ha dado cabida a la corrupción y los malos manejos.
Por su parte, alumnos de la misma institución expresaron su respaldo al maestro Omar Tomás González Martínez a través de cartas donde reconocen su labor docente y el trato respetuoso con sus estudiantes.



