En la CDMX también existen lugares que forman parte de leyendas misteriosas, ¿te atreves a ir?
En estas fechas en las que parece que el mundo de los vivos y los muertos se mezclan, es bueno recordar que más allá de los libros y las películas, la CDMX también tiene lugares de leyenda, sus calles han sido testigo, o eso dicen, de historias del más allá…
Aquí te dejamos cinco lugares de leyenda en la CDMX, ¿te atreves a ir?
El Callejón del Aguacate
Este callejón se encuentra en el colonial centro de Coyoacán, en este lugar existe una leyenda acerca de un personaje temible, el mismísimo príncipe de las tinieblas: Satanás; quien habita en esta suerte de portal místico al acecho de las almas de los pobres incautos y curiosos que vagan por el lugar, especialmente por las noches.
Un callejón en el que dicen que es imposible no experimentar una energía impresionante y aterradora, tanto, que no muchas personas se atreven a pasar por ahí, por lo que prefieren dar vuelta, o usar otra ruta con tal de no pasar.
La leyenda ha cambiado a través del tiempo, pues también se habla de la presencia de fantasmas que acosan a quien pasa o ruidos extraños que se oyen en una casa abandonada en la que aseguran que se jugó la ouija, lo que dio por resultado la desaparición de los participantes.
Otros dicen que fue el lugar en donde un coronel le dio una terrible muerte a un pequeño niño…
La isla de las muñecas
La isla de las muñecas se encuentra en el corazón de Xochimilco, y sólo aquellos que se adentren en sus canales podrán conocerla. La historia cuenta que una joven se ahogó en este canal y un día, mientras Don Julián navegaba por el sitio, se encontró a la joven ahogada. El destino, la casualidad o alguna extraña fuerza hicieron que, años más tarde, en el mismo lugar en el que se encontraba la cruz de la muchacha, Don Julián se ahogara también.
Su sobrino Anastasio vive ahí y es el encargado de guiar a los turistas que desean explorar, en la isla hay alrededor de dos mil muñecas, con cuencas de ojos vacíos, brazos rotos, cabezas destrozadas, también cuentan que en una ocasión, unos jóvenes visitantes se robaron una de estas muñecas, al salir del canal, la dejaron abandonada en el embarcadero, lejos de su isla; los jóvenes nunca volvieron a su casa pues tuvieron un accidente esa misma noche…
La casa negra
Ubicada en la colonia Roma, en el número 119 de Álvaro Obregón. Cuenta la leyenda que una familia de cinco integrantes habría muerto en la casa de manera misteriosa, pero nunca se supo por qué y ahora después de las 10 pm en el lugar se escuchan gritos y se sienten manos que te empujan para que salgas del lugar.
Otra de las historias, cuenta que esta casa sirvió como refugio para personas con tifoidea en 1935, más o menos. Esta era una enfermedad que como suele pasar, es demonizada, se le tomó como un castigo de una entidad malvada, por lo que una noche, los vecinos del lugar le prendieron fuego a la casa, pero por su estructura, apenas se dañó y quienes padecieron fueron las personas ahí dentro.
Sin remordimiento, aquellos que la quemaron no dejaron salir a nadie y, quienes no murieron a causa de las llamas, lo hicieron de asfixia, como está intestada es propiedad del gobierno, pero no hay planes de adecuarla o utilizarla de otra manera.
El Palacio de Lecumberri
Sirvió como una prisión durante 76 años. Porfirio Díaz mandó construir la cárcel conocida hoy como El Palacio de Lecumberri, y fue inaugurada el 29 de septiembre de 1900 en la Ciudad de México.
La prisión se realizó para albergar a 800 personas, sin embargo, al lugar llegaron a meter hasta 5 mil prisioneros, entre los que resaltan Francisco Villa, Francisco I. Madero, Pino Suárez, José María Revueltas, Alfaro Siqueiros, Demetrio Valle, en otros.
En la actualidad el inmueble resguarda el Archivo General de la Nación. El también conocido como “El Palacio Negro”, se construyó en trece años, se dice que miles de prisioneros inocentes sufrieron en ese lugar, siendo golpeados y denigrados.
Se cuenta que muchos de ellos murieron de formas horribles ahí dentro y que por eso se escuchan lamentos que provienen de sus paredes, y hay quienes aseguran que los fantasmas de ese lugar no dudan en hacerse notar…
La casa de Don Juan Manuel
Esta casa se encuentra en la calle de Uruguay 94, en el Centro Histórico de a Ciudad De México. Ahí vivió Don Juan Manuel de Solórzano, el edificio guarda la historia de un hombre que, de acuerdo a la leyenda, vendió su alma al satanás para confirmar con quién lo engañaba su esposa.
La primer noche mató a un hombre a las 11 pm cuando pasó por su construcción, pero ese no era el amante de su esposa, Satanás le dijo que así matara a todo aquel que pasara, hasta dar con el hombre con quien su mujer lo engañaba.
Cuentan que al pasar por ahí de noche, puedes tener la mala suerte de encontrarte con Don Juan Manuel, quien te preguntará la hora, y cuando le digas la hora, él te contestará “Dichoso usted que sabe la hora de su muerte…”
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