Nadie sabe a ciencia cierta que pasó con él, 48 horas antes de su muerte, solo es cierto que estaba decidido a irse de este mundo y lo logró al disparar esa escopeta
El 5 de abril de 1994 el cantante estadounidense Kurt Donald Cobain, uno de los interpretes más famosos en la década de los 90, miembro de la banda Nirvana, perdió la vida a los 27 años de edad.
Por años la muerte de Cobain ha sido una situación llena de misterio, algunos relatos serán verdad, otros tantos inventados por la afición de la gente, lo que es cierto es que a pesar del tiempo su legado musical sigue presente y es recordado como uno de los mejores alrededor del mundo.
Fuentes policíacas y cercanos al artista informan que Kurt se encerró en una habitación sobre el garaje de su casa en Seattle. Colocó un taburete contra la puerta y ahí escribió una carta de despedida, o eso cuenta la historia oficial. Ya no portaba su su gorra de cazador, que usaba para que la gente no lo reconociera.
Después de relatar la misiva, se dice que Cobain sacó una caja de tabaco Tom Moore una basta cantidad de drogas y se inyectó tres dosis de heroína. Antes de esto ya había bebido algunas cervezas. Colocó en el suelo dos toallas, sacó su billetera y dejó a la vista su licencia de conducir para que pudieran constatar su identidad. Se acomodó en el piso y apoyó sobre el pecho su escopeta calibre .20. El cañón apuntaba directo a su barbilla. Con el pulgar jaló el gatillo.
Su cuerpo fue encontrado tres días después de su muerte, según informaron varios medios en aquél entonces, Kurt fue descubierto por un empleado de Veca Electric, quien llegó a la casa esa mañana para instalar un sistema eléctrico de seguridad y vio el cadáver pensando que era un maniquí, pero al acercarse no vio señal alguna de traumatismo y pensó que estaba dormido hasta que vio sangre.
Posteriormente al hallazgo se le realizó una necropsia la cual indicó que la muerte del cantante de Nirvana se debió al resultado de una herida de bala en la cabeza y que su deceso había ocurrido alrededor de las 11:30 de la mañana, además de encontrar una sobredosis de heroína en su sangre.
En el lugar fueron encontrados varios objetos personales del músico, entre ellos la carta que escribió con tinta roja, la cual era dedicada a su amigo imaginario Boddha. “Es mejor quemarse que desvanecerse”, decía en su nota. La frase fue tomada de la canción de Neil Young “Hey Hey My My”. En su último mensaje, Cobain lamentaba no disfrutar la fama.
En la carta también aseguraba que su pequeña hija en ese entonces, estaría mejor sin él, que no podría soportar que ella viera en lo que su padre se había convertido.
Poco tiempo después de su fatídica muerte, comenzaron las especulaciones acerca de que su esposa había tenido que ver en su suicidio, incluso el reportero que tomó las fotografías presentó una demanda culpándola por el deceso de Kurt. Sin embargo esa situación nunca fue aclarada, finalmente se descartó y concluyó que efectivamente, el intérprete de “Smells Like Teen Spirit” se había suicidado.
Al cumplirse 21 años de su muerte el Departamento de Policía de Seattle reveló imágenes inéditas del lugar en donde fue encontrado su cadáver. Esto a unos meses de que tanto la viuda del cantante, Courtney Love, como su hija, Frances Bean, solicitaran que no se publicaran más fotos del artista. Las ya existentes han dado la vuelta al mundo y son reconocidas por los fans de la agrupación.
El artista que revolucionó a toda una generación, no supo vivir la fama que llegó a su vida y lamentó no haber podido disfrutar más.
Nirvana, era un grito de rebeldía contra la sociedad que los juzgaba. Con apenas tres álbumes de estudio, la banda registraba ventas de más de treinta millones de copias.
Kurt sabía que su anterior intento por quitarse la vida, esto ocurrido el 4 de marzo, ya no podía ser igual. El último mes de Cobain había sido un descenso sin control. El primer aviso llegó en Roma, por una sobredosis con somníferos. El cantante sobrevivió después de pasar 20 horas en estado de coma. Cuatro días después, salió del hospital y regresó a los Estados Unidos.
Sus amigos y familia sabían que tenían que tomar medidas drásticas, el intento de internarlo en una clínica especializada falló cuando Cobain se enteró de esos planes.
El 18 de marzo la policía acudió a su casa por una fuerte discusión con su esposa, Courtney Love. La también rockera dijo a los oficiales que Kurt se encerró en una habitación con una pistola calibre .38 y aseguró que iba a matarse. Los policías confiscaron el arma junto con otras tres, así como una botella de píldoras sin identificar.
Su esposa Courtney estaba decidida a comenzar una nueva vida, fue entonces cuando trató de convencer a kurt de que entraran juntos a rehabilitación, sin embargo ella lo hizo sola. Viajó a los Angeles donde comenzaría su desintoxicación.
Cobain sabía lo que quería y no descansaría hasta lograrlo. El 30 de marzo, Kurt y su amigo fueron a Stan’s Gun Shop y compraron una escopeta Remington, de calibre .20, mientras lo convencía que se internaría una vez más, esta vez para hacerlo bien.
El cantante haría parecer que lo intentaría y viajó a los Angeles.”Solo recuerda, no importa qué, te amo”, le dijo Cobain a Courtney Love la última vez que hablaron. El cantante estaba ya en el Exodus Recovery Center, donde permaneció muy poco tiempo, pues se escapó, después de escalar una cerca, y regresó a Seattle.
El trágico día estaba por llegar. Courtney contrató investigadores privados para dar con el cantante. Nadie lo vio, ni sabían donde estaba. Su madre, Wendy O’Connor, presentó un reporte de persona desaparecida el 4 de abril.
Según la revista Rolling Stone, la policía cree que durante los dos días anteriores a su muerte, Cobain anduvo vagando por la ciudad sin un propósito claro. Algunos vecinos lo vieron en un parque, con un aspecto de “enfermo”.
Nadie sabe a ciencia cierta que pasó con él las 48 horas antes de su muerte, solo es cierto que estaba decidido a irse de este mundo y lo logró al disparar esa escopeta.
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