Eduardo Matos Moctezuma señaló que se ha dicho que los mexicas era un pueblo bárbaro, pero en realidad, dijo, estaban bajo el control de otros pueblos
De acuerdo con el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, los mexicas no se asentaron en el Lago de Texcoco al ver un águila sobre un nopal que devoraba una serpiente.
El doctor Honoris causa por la UNAM ofreció una clase magistral como parte del ciclo “Grandes Maestros”, organizada por Cultura UNAM, con motivo del programa “México 500”, cuyo objetivo es reflexionar respecto a los sucesos que hace cinco siglos transformaron el devenir histórico de México-Tenochtitlan.
En la primera de tres clases que conforman el ciclo, el fundador y director del Proyecto Templo Mayor detalló que las fuentes históricas revelaron importantes hechos sobre la fundación de las ciudades mexicas Tenochtitlan y Tlatelolco.
El ganador del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2007, recordó que años antes de la fundación, en 1325, los mexicas provenían de un lugar llamado Aztlán, que en náhuatl significa “lugar de la blancura” o “de las garzas blancas”.
Este lugar, indicó, es presentado en la Tira de la peregrinación, documento mejor conocido como Códice Boturini, pero no se ha podido comprobar el sitio de origen.
Por otro lado, señaló que se ha dicho que los mexicas era un pueblo bárbaro, pero en realidad, dijo, estaban bajo el control de otros pueblos, posiblemente del Tolteca. Ante ese carácter de tributario, indicó, hacía ver que no tenían muchos conocimientos.
“Seguramente al venir a menos el poderío Tolteca, ellos emprenden una búsqueda de un nuevo lugar y se dice que quien encabeza el grupo es su dios tutelar Huitzilopochtli, o el colibrí zurdo o de la izquierda, pero las fuentes indican que se iban asentando en diferentes lugares”, manifestó el profesor emérito del INAH
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Uno de esos sitio, indicó el experto, es Coatepec, donde dos de los barrios que formaban el grupo mayor entran en pugna por el poder: el de Huitzilopochtli y el de Coyolxauhqui; resulta triunfador el primero.
Posteriormente, explicó, llegaron a Chapultepec, donde tienen conflictos con los vecinos, que los vieron como advenedizos, por lo que entraron en luchas entre un pueblo y otro.
Finalmente, señaló, partieron en busca de otro lugar, recordó el experto reconocido con la Orden de las Artes y las Letras por parte del gobierno francés.
“Tanto las crónicas, especialmente del siglo XVI, se entreveran o mezclan con el dato histórico y el mexica va a decir que se asienta donde vieron el símbolo que su dios Huitzilopochtli les indicó: el águila parada en el nopal, pero ese hecho jamás ocurrió”, enfatizó Matos Moctezuma
“Fray Diego Durán presenta en su historia dos láminas, una de ellas el ave o águila devorando pájaros y en otra la presenta con una serpiente en el pico, ¿por qué prevalece ésta última? Porque como diversas sociedades del mundo el águila es un elemento de poder, inclusive en la simbología cristiana.”, explicó
Matos Moctezuma dijo que las fuentes indican que el control de la zona lo tenía el pueblo de Azcapotzalco, cuyo gobernante, Tezozomoc, les ofreció que poblaran los islotes en medio del Lago de Texcoco, con la condición de que fueran sus tributarios y lo ayuden en sus guerras de conquista.
“En 1337 un grupo de mexicas se separa y fundan Tlatelolco, posteriormente forman la triple alianza junto con los señoríos de Tacuba y Texcoco que quieren liberarse de Azcapotzalco, objetivo que logran en 1428 y, a partir de ahí, empiezan su expansión a buena parte de Mesoamérica.”, abundó
El especialistas indicó que, al momento del triunfo, Izcóatl, señor de Tenochtitlan, ordenó que se reescribiera la historia, y empezo a inventar una nueva. “A mi juicio”, dijo, “ahí nace el concepto del águila parada sobre el nopal. El águila representa a Huitzilopochtli”, relató el investigador.
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CAB