Francisco Zea lamentó que en San Luis Potosí se molesten porque utiliza palabras altisonantes durante sus transmisiones.
En su editorial de hoy, Francisco Zea aseguró que México es un país “tremendamente hipócrita y que tiene una doble moral impresionante”, haciendo referencia a muchas empresas promotoras de guardar la moral y las buenas costumbres en los medios de comunicación.
Señaló que esas empresas “guardianas de la moral” son una especie de nueva Inquisición porque se asustan por los contenidos que atentan en contra de la moral. Seguido de esto, lamentó que se considere a los potosinos como ciudadanos de segunda porque las cableras y algunos medios de comunicación locales, creen que son tontos.
Zea cuestionó sobre la capacidad de los habitantes de San Luis Potosí para cambiar de estación en caso de ofenderse o no estar de acuerdo con lo que el periodista dice al aire o en su caso, enviarle un tuit para hacerle ver su molestia ante la forma de decir las cosas. Por esto, insistió en su molestia ante la creencia de que los potosinos no tienen ni voz ni voto.
El periodista se dijo molesto porque alguien considera que debe tomar decisiones por ellos, y destacó que seguramente las cableras no han quitado las pautas de las “empresas que venden porquerías”, ni de las series de narcotraficantes, con las que se ensalzan a asesinos y envenenadores de gente, por lo que subrayó “le apena mucho que sigamos siendo un país de doble moral donde nos da miedo escuchar groserías”.
A continuación leyó un fragmento del capítulo cuatro de “El laberinto de la soledad”, de Octavio Paz, Premio Nobel de Literatura, en el que hace referencia al mancillamiento de Hernán Cortés a “La Malinche”, lo que lo lleva a hablar de “la chingada”, quién es y qué significa, aquí un fragmento donde escribe sobre el significado de la “Chgingada”
IV
HIJOS DE LA MALINCHE
“…Toda la angustiosa tensión que nos habita se expresa en una frase que nos viene a la boca cuando la cólera, la alegría o el entusiasmo nos llevan a exaltar nuestra condición de mexicanos: ¡Viva México, hijos de la “Chingada!” Verdadero grito de guerra, cargado de una electricidad particular, esta frase es un reto y una afirmación, un disparo, dirigido contra un enemigo imaginario, y una explosión en el aire. Nuevamente, con cierta patética y plástica fatalidad, se presenta la imagen del cohete que sube al cielo, se dispersa en chispas y cae oscuramente. O la del aullido en que terminan nuestras canciones, y que posee la misma ambigua resonancia: alegría rencorosa, desgarrada afirmación que se abre el pecho y se consume a sí misma.
Con ese grito, que es de rigor gritar cada 15 de septiembre, aniversario de la Independencia, nos afirmamos y afirmamos a nuestra patria, frente, contra y a pesar de los demás. ¿Y quiénes son los demás? Los demás son los “hijos de la chingada”: los extranjeros, los malos mexicanos, nuestros enemigos, nuestros rivales. En todo caso, los “otros”. Esto es, todos aquellos quo no son lo que nosotros somos. Y esos otros no se definen sino en cuanto hijos de una madre tan indeterminada y vaga como ellos mismos.
¿Quién es la Chingada? Ante todo, es la Madre. No una Madre de carne y hueso, sino una figura mítica. La Chingada es una de las representaciones mexicanas de la Maternidad, como la Llorona o 1a “sufrida madre mexicana” que festejamos el diez de mayo. La Chingada es la madre que ha sufrido, metafórica o realmente, la acción corrosiva e infamante implícita en el verbo que le da nombre. Vale la pena detenerse en e1 significado de esta voz…”
Lamentó que algún cablero se sienta ofendido por la palabra y señaló que si le ofende es porque es un “neófito” y no ha leído a Octavio Paz. Si le ofende -dijo- le está ofendiendo la raíz que nos ha llevado a ser lo que somos hoy, mexicanos”.
Finalmente, invitó a quienes creen que los potosinos necesitan nana, a que lean “de verdad no duele y no se les va a quitar lo santurrones”, puntualizó.
Escuche el audio completo entrando al enlace:
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“Si hubo alguna mala intención, qué poca madre” #ZeaHaDicho