Entre las misivas enviadas, el entrenador de futbol de los niños se disculpa con los padres y lamenta su decisión de haber ingresado al túnel subterráneo
El drama que viven los 12 niños tailandeses y su entrenador quienes se encuentran atrapados en una cueva en el norte de Tailandia, fue aliviado un poco gracias a cartas que los pequeños enviaron a sus padres donde les aseguran encontrarse bien.
Mientras las autoridades tailandesas continúan agotando los recursos que permitan el rescate de los menores atrapados en la cueva de Tham Laung-Khun Nam Nang Non desde el pasado 23 de junio, los buzos militares pidieron a los niños escribirles una misiva a sus padres y familiares que desde el primer día han permanecido en las afueras del sitio esperando su regreso.
Las autoridades trataron de establecer un canal de comunicación telefónica extendiendo dos kilómetros de cable en la cueva, pero no funcionó.
Las cartas, que fueron colgadas a los trajes de buzo y compartidos por su página de Facebook, revelan el buen estado de salud de los pequeños quienes envían mensajes cariñosos.
“Queridos mamá y papá, no se preocupen por mí, puedo cuidarme”, se lee de puño de Nattawut Takamsai, de 14 años.
“No se preocupen por mí. Los extraño a todos ustedes: abuelo, tía, mamá, papá y todos. Los quiero a todos. Me va bien aquí. Los hermanos de la Armada me cuidan mucho. Los amo a todos”, escribe un niño apodado ‘Mik’.
“Estoy bien”, escribió otro. “Aquí hace un poco de frío, pero no te preocupes por mí. ¡No te olvides de organizar mi fiesta de cumpleaños!”, recalca.
“Mamá y papá, los amo, y a mi hermanito también. Si logro salir, por favor llévenme a una barbacoa. Los amo, mamá, papá y hermano”, escribió Nick.
Por su parte, el entrenador de futbol Ekkapol Chantawong, de 25 años, pidió una disculpa a los padres de los menores atrapados y lamenta mucho su decisión de haber ingresado al túnel subterráneo.
“Todos los niños están bien. Están bien atendidos por el equipo de rescate. Prometo que los cuidaré lo mejor que pueda. Gracias por todo el apoyo y acepten mis disculpas”, escribió.
La operación de rescate aún está lejos de concluir con éxito. Inicialmente se advirtió que los trabajos de rescate podrían durar varios meses, pero dado que esta semana se prevén lluvias monzónicas en la zona, es probable que se lleve a cabo un intento de rescate en los próximos días.
Para facilitar la salida de los niños, los especialistas están drenando el agua de la cueva. No obstante, su nivel desciende muy lentamente, un centímetro cada hora o menos.
Las autoridades tailandesas también han intentado perforar agujeros en la cueva para ayudar a drenar más agua, pero el grosor de la roca ha dificultado estos esfuerzos.
Asimismo, la muerte de un rescatista que participaba en las tareas avivó las dudas sobre si es posible una evacuación sin riesgos para los niños.
El jefe de la célula de crisis, Narongsak Osottanakorn, también gobernador de la provincia de Chiang Rai, juzgó que una evacuación por buceo no era “oportuna”.
Una buena parte de los niños, de entre 11 y 16 años, no saben nadar y ninguno ha practicado submarinismo, lo que complica aún más las operaciones.
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