El Gobierno español les ofreció un permiso de estancia de 45 días en su territorio, tras determinar que se trata de una entrada extraordinaria
Este domingo, los tres barcos con los 630 inmigrantes rescatados por el buque humanitario Aquarius en el Mediterráneo central lograron un desembarque exitoso en el puerto de Valencia, España.
Los inmigrantes, 130 de ellos menores, fueron atendidos por 2 mil 300 profesionales de varias especialidades quienes evaluaron sus condiciones médicas tras permanecer más de una semana varados en la embarcación humanitaria.
El primer atraco del buque Aquarius fue en la costa de Italia Dattilo donde el gobierno les negó el descenso de refugiados, por lo que tuvieron que recorres el mediterráneo para trasladarse a Malta, en donde nuevamente se les negó acceso al territorio.
El Gobierno español les ofreció un permiso de estancia de 45 días en su territorio, tras determinar que se trata de una entrada extraordinaria por razones humanitarias, dijo a la prensa un responsable de la Comisaría de Extranjería de la Policía española.
Tras ese periodo, los inmigrantes tendrán que regularizar su situación, ya sea pidiendo asilo o pidiendo la residencia, según lo que establezca la ley española de extranjería.
De acuerdo con la Cruz Roja, el estado general de los inmigrantes es bueno y aceptable para los días de travesía, algunos de ellos con quemaduras por el sol y escoriaciones por el agua de mar.
Los voluntarios que los esperaban en el muelle de atraque se emocionaron al escuchar los cánticos, saludos y aplausos desde la cubierta del barco, donde viajaban seis mujeres embarazadas, una decena de niños y una veintena de personas con quemaduras.
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