Muchas personas consideran que simplemente por ser de procedencia no industrial puede consumirse sin control, lo que trae repercusiones
El creciente consumo de té verde ha propiciado una reciente revisión sistemática que revela que puede resultar dañino y hasta mortal.
Luego de que se le adjudicaran propiedades para bajar de peso, proteger la piel de los rayos UV, normalizar los índices de colesterol y glucosa en la sangre, mantener la salud ósea, entre otros, se ha convertido en la segunda bebida favorita de las personas en el mundo.
De acuerdo con la doctora Elena Aguilar, del colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Madrid, las sustancias bioactivas polifenólicas de la Camellia sinensis, mejor conocidas como catequinas, son las responsables de los supuestos beneficios.
No obstante, estos fueron atribuidos con investigaciones poco desarrolladas. Por el contrario, tomar té verde podría derivar en daño hepático, reacciones metabólicas, reducir la frecuencia de la defecación y hasta la muerte.
“Muchas personas consideran que simplemente por ser de procedencia no industrial puede consumirse sin control y va a suponer mejoras a nivel fisiológico, y eso no es cierto“, dice la experta.
En su lugar, la doctora Elena recomienda tomar infusiones de melissa, hierbaluisa, poleo menta o manzanilla con anís.
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