La Ministra de Exteriores británica, Liz Truss, ha salido vencedora de las primarias celebradas en el seno del Partido Conservador para elegir al sustituto de su líder
La política conservadora Liz Truss se convirtió en la nueva primera ministra de Reino Unido, la tercera mujer en ocupar ese cargo, tras recibir el encargo formal por parte de la reina Isabel II en el castillo de Balmoral, en Escocia.
En un acto protocolario conocido como el “besamanos” -aunque la práctica se limita a una reverencia o un apretón de manos-, del que el Palacio de Buckingham difundió una foto, la monarca pidió a Truss que forme un nuevo Gobierno, cuya composición se anunciará en las próximas horas.
Minutos después de las 12:00 h local, la hasta ahora ministra de Exteriores llegó al castillo de Balmoral, donde por primera vez en su reinado Isabel II ha designado a un nuevo jefe de Gobierno.
En el encuentro a solas entre la reina y Truss, perfectamente pautado como sucede con las tradiciones políticas de Reino Unido, Isabel II le pidió a la aspirante que forme una nueva administración, a lo que el aspirante suele responder normalmente con un simple “sí”.
“La Reina recibió en audiencia a (…) Elizabeth Truss y le pidió que forme una nueva Administración. Truss aceptó el ofrecimiento de Su Majestad y besó manos tras su nombramiento como primera ministra”, señaló el Palacio de Buckingham en un comunicado.
Poco antes, el hasta hoy primer ministro, Boris Johnson, había presentado su renuncia formal a la monarca, después de haber anunciado el pasado 7 de julio su intención de dimitir.
Ganadora de las primarias del Partido Conservador, Truss, de 47 años, ha ocupado en el último año el puesto como ministra de Exteriores, desde donde ha expresado una dura retórica contra Rusia y China, y ha dirigido un choque con la Unión Europea (UE) que amenaza con derivar en una guerra comercial.
Con fama de ser una política convincente y hábil en las distancias cortas, durante la campaña de las primarias “tories”, del Partido Conservador, han surgido, sin embargo, dudas entre los comentaristas políticos sobre su magnetismo para movilizar a las masas, una de las principales razones por las que Johnson arrasó en las elecciones de 2019.
Su promesa de combatir la inflación con bajos impuestos para empresas y trabajadores convenció a la mayoría de los 160 mil afiliados del Partido Conservador con derecho a elegir al líder, que tienden a situarse a la derecha del espectro político respecto al conjunto de votantes “tories”.
Su prueba de fuego, con todo, será en las urnas. Truss hereda la enorme mayoría absoluta que logró Johnson, pero estará obligada a convocar unas generales antes de enero de 2025, en las que pondrá a prueba su popularidad. Si los comicios se celebraran ahora, el Partido Laborista ganaría con una gran ventaja.
La nueva primera ministra cree que con la inflación disparada por encima del 10%, con perspectivas de que pueda superar el 18% el próximo año, la prioridad de su Gobierno no debe ser reducir la inmensa deuda acumulada durante la pandemia, sino estimular las inversiones y el crecimiento.
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CAB