
Las autoridades estadounidenses han solicitado la pena de muerte para el cabecilla de la peligrosa pandilla que opera en varios estados del país.
El líder de la Mara Salvatrucha, MS-13, ha sido acusado formalmente en Estados Unidos por una serie de crímenes graves, incluyendo asesinatos, extorsiones y tráfico de drogas.
El acusado, identificado como Erickson Hernández, conocido como “El 18”, es considerado uno de los responsables de la expansión y violencia desatada por la Mara Salvatrucha en diferentes comunidades. Según los fiscales, Hernández lideró una red criminal involucrada en asesinatos, extorsiones a pequeños empresarios y tráfico de armas y drogas a través de varias ciudades en EE.UU. El juicio contra él comenzó esta semana en un tribunal federal de Los Ángeles.
Las autoridades estadounidenses detallaron que los crímenes cometidos por la MS-13 bajo el liderazgo de Hernández incluyen al menos 25 asesinatos, muchos de los cuales fueron extremadamente violentos y estaban dirigidos tanto a miembros de pandillas rivales como a personas inocentes. “La violencia de esta pandilla es inhumana, y su líder debe rendir cuentas por estos crímenes atroces”, señaló la fiscal federal de Los Ángeles, María González.
Por su parte, la defensa de Hernández argumenta que las acusaciones son infundadas y que su cliente no tiene control directo sobre todas las operaciones de la pandilla. No obstante, los fiscales sostienen que las pruebas recopiladas, entre las que se incluyen testimonios de ex miembros de la MS-13, son suficientes para probar la responsabilidad del líder en los crímenes cometidos.
La solicitud de pena de muerte ha generado controversia entre grupos de derechos humanos, quienes argumentan que la aplicación de esta sentencia en casos de pandillas podría crear un precedente peligroso. Sin embargo, las autoridades sostienen que la gravedad de los crímenes cometidos justifica una sanción ejemplar.
Este caso resalta los esfuerzos del gobierno de EE.UU. para frenar la violencia generada por las pandillas en su territorio y enviar un mensaje claro a quienes operan en el crimen organizado. Si Hernández es condenado, se convertiría en uno de los primeros líderes de una pandilla transnacional en enfrentar una sentencia de muerte en el país.