Gandhi llegó a revolucionar la manera de leer y de consumir libros
Librerías Gandhi es por hoy la librería más conocida, con mayor presencia y mejor impacto en el universo de los lectores en México.
Cuando llegó, no la tenía tan fácil, sería necesario irrumpir con una revolución dentro de su mercado, así es como lo logró.
Mauricio Achar, el visionario del libro, fundó en junio de 1971 la primera librería Gandhi del país, en Coyoacán, una de las en ese entonces, delegaciones con mayor actividad cultural en la Ciudad de México.
La primera casa de los libros que conformaban las librerías Gandhi, estaba ubicada en un local de la avenida Miguel Ángel de Quevedo, 120 metros cuadrados que nada tenían que ver con las librerías hasta ese entonces.
Quitar la solemnidad al placentero acto de leer, así como jugar a través de la curiosidad de los lectores y aprovechar las primeras líneas plasmadas en las páginas de los libros para despertar el morbo lector, era el plan.
Los libros sobre las mesas, eran una clara invitación a leer, pero leer ya, de una buena vez, en caliente y sin posponer. Un lugar en donde se pudiera hojear de antemano, en un espacio dedicado a vender.
El concepto funcionó, convertir la compra de un libro en toda una experiencia íntima en sí misma, lograr que la aventura comience no en la primera página, sino en el momento que entras en la librería, era justo lo que necesitaba una comunidad amante de la literatura.
Comunidad que se expande de la mano de librerías Gandhi, tanto en sucursales, como en el universo de letras que ha ido conformando a través de los años.
Achar trabajaba como gerente en una fábrica de pinturas decorativas, cuando pensó junto con su pareja, en hacer algo que realmente les gustara, así comenzó todo.
Más que un negocio, una salvación
Parte de la intención del concepto con que se originó Gandhi, fue el que la gente perdiera el miedo a las librerías, hasta entonces, un lugar que parecía solo hecho para eruditos, cultos y ricos.
Así fue como en mesas exhibidas afuera de la librería, se podían adquirir libros en 10 pesos, incluso libros de autores como José Saramago antes del Nobel de Literatura.
En México no se acostumbraba a que la mayoría visitara las librerías, pues había que invertir mucho más en un libro, de lo que el salario permitía, algo que tristemente no ha sido del todo erradicado.
La paradoja: No hay lana para libros, en un país con graves deficiencias educativas, los libros pueden ser la salvación.
De Miguel Ángel de Quevedo a México
Lo que empezó con 120 metros cuadrados, comprende hoy en día a 44 sucursales alrededor de la república mexicana.
21 de sus sucursales, se encuentran ubicadas en la Ciudad de México y el Estado de México.
1 en Cuervanaca, 3 en Monterrey, 3 en Guadalajara, 3 en Puebla, 1 en León, 1 en Querétaro, 1 en Mérida, 1 en Torreón, 2 en San Luis Potosí, 1 en Aguascalientes.
Cuenta con 2 en Tijuana, 1 en Cancún, 1 en Hermosillo, 1 en Playa del Carmen y una más en Morelia.
Todos los libros que quieras, en cada una de las librerías Gandhi, además cada una de sus sucursales, tiene algo especial para que sea toda una aventura.
Mil formas de leer
Gandhi ofrece la maravilla de tener en las manos, un libro impreso, además del contenido del mismo, para los amantes del libro como objeto, es una delicia poder tocar las páginas, admirar la estética de las diversas ediciones y llenar el olfato del aroma a papel y tinta.
Clásicos, contemporáneos, novedades, libros para niños, ficción, historia, arte y todo aquello que se te pueda ocurrir leer, está en Gandhi.
Pero además existen las ediciones de bolsillo, así como los libros electrónicos, para aquellos que están acostumbrados o que prefieren leer a través de sus dispositivos electrónicos.
Especializados, para primo lectores, todos tienen un espacio libre y abierto a la lectura en Gandhi, por si fuera poco, las ganas de que la comunidad lectora aumente, hacen que no tengas que salir de casa, las ganas de leer las pones tú, ellos, ponen el envío.
Por si fuera poco, muchos de sus libros están disponibles para su impresión bajo demanda, lo que ha dado apertura dentro de la industria, para editoriales que lanzan menos ejemplares, pudiendo competir así con grandes monstruos editoriales.
“Solo los libros necesarios” algo que sin duda, hace su aportación a la ecología.
La publicidad que la rompió para crear nuevos lectores
Alberto Achar Abadi, sobrino del fundador de Gandhi, comenzó a los 19 años como vendedor y después como encargado de discos en la misma librería y gerente de la sucursal de Gandhi en Coyoacán.
Tiempo después, logró que sus ideas fueran escuchadas, para entonces la publicidad se dirigía a medios impresos y a los intelectuales, pues se creía que ese era el público objetivo.
Son embargo, un estudio cuantitativo y cualitativo reveló que un 56% de los clientes buscaba entretenimiento, comprar novedades y estar ligado a la cultura.
Tan solo un 26% estaba vinculado a actividades escolares y un 18% eran intelectuales. El cambio radicaba en salir a la calle a poner espectaculares con un color amarillo.
En 1998, frases atrevidas en un fondo amarillo, con letras negras y un logotipo morado, se convirtieron en una publicidad que es un referente.
La gente se ha apropiado de la tipografía para hablar de temas tan espinosos pero necesarios, como la política.
Leer, educa
El autoaprendizaje es una herramienta necesaria en el mundo actual, así es como a través de libros, cursos y manuales digitales, Gandhi, en alianza con IC editorial, experta en la creación de cursos para el autoaprendizaje y la capacitación, ofrece esta alternativa a sus clientes.
Con un catálogo amplio en categorías como; educación y literatura, Motivación personal, negocios y gastronomía, Gandhi aporta lo propio a la profesionalización de diversas industrias en México.
Su catálogo de cursos, puede saciar la mayor sed de conocimiento, aprovecharlo y diversificarte, está en ti.
Y tú ¿Ya viviste librerías Gandhi?
Contenido relacionado
Hoy se conmemora el Día Nacional del Libro; ¿Sabes cuántos libros lee un mexicano?