En 2020, a Cabrera se le acusó de espionaje cuando fue descubierto por un policía tras haber tomado fotografías de las placas del automóvil de un agente del FBI y presuntamente entregar información a un “agente del gobierno” ruso
El científico mexicano, Héctor Alejandro Cabrera Fuentes, fue puesto en libertad el 14 de julio, luego de pasar tres años internado en un centro penitenciario de Miami, Florida, bajo los cargos de espionaje a favor de Rusia en Estados Unidos.
Cabrera Fuentes, originario de Oaxaca y con 38 años de edad, estuvo preso desde el mes de febrero del 2020 y al mismo tiempo que fue liberado también fue deportado, según el registro del Buró Federal de Prisiones de Estados Unidos.
Te puede interesar: Sismo dominical de 5.2 en CDMX no deja afectaciones
El médico, nacido en El Espinal, en la región del Istmo de Tehuantepec, renunció a la oportunidad de buscar cualquier y todas las formas de reparación y protección contra la expulsión, por lo que se hizo efectiva la deportación, conforme a la Sección 237 de la Ley de Inmigración y Nacionalidad.
En 2020, a Cabrera se le acusó de espionaje cuando fue descubierto por un policía tras haber tomado fotografías de las placas del automóvil de un agente del FBI y presuntamente entregar información a un “agente del gobierno” ruso.
Dos años después, tras declararse culpable, finalmente fue sentenciado a pasar cuatro años en una prisión de Estados Unidos, pero alcanzó un acuerdo con las autoridades de la Fiscalía que se concretó este fin de semana.
El científico descubrió una técnica para prevenir la muerte celular cardíaca posterior a un infarto. Una técnica de atención pre hospitalaria que lleva a los pacientes a tener mejores pronósticos en caso de infarto. Por sus aportes a la salud, se le llegó a mencionar para el premio Nobel.
El oaxaqueño cursó estudios universitarios en México, después continúo el doctorado de microbiología molecular en la Universidad de Kazán, en Rusia, y en cardiología molecular en la Universidad de Giessen, Alemania.
El científico mantuvo su apegó a su comunidad de origen, apoyó a decenas de estudiantes equipando laboratorios escolares, además, desarrolló una crema para personas con diabetes, siendo la población de El Espinal, los primeros beneficiados.
Te recomendamos: Noticias con Francisco Zea
Síguenos en Twitter