El juez dijo que la “joven no actuó con dolo”, por lo que la presunta sentencia de pasar 20 años en la cárcel será evaluada nuevamente
La joven salvadoreña, Imelda Cortez, víctima de violación y acusada de intentar abortar luego de que diera a luz accidentalmente en el retrete de su casa, fue puesta en libertad este lunes tras permanecer un año y siete meses en prisión.
Aunque la Fiscalía de El Salvador pidió cambio en la tipificación del delito, pasando de tentativa de homicidio a abandono y desamparo de persona en perjuicio de una menor de edad, el juez del Tribunal de Sentencia de la localidad de Usulután, Hugo Noé García, absolvió a Imelda de los cargos de intento de homicidio.
El juez dijo que la “joven no actuó con dolo” y, de acuerdo con los informes médicos, “sufrió una grave perturbación de la conciencia luego de expulsar a su hija en una letrina”.
La joven de 20 años de edad aceptó este lunes un “juicio abreviado” en su contra y el cambio en el delito para reducir su pena, y su defensa solicitó al juez que la dejara en libertad.
El pasado 17 de abril de 2017 la joven dio a luz a una niña producto de una violación a manos de su padrastro, Pablo Henríquez, de más de 70 años, y quien llevaba abusando desde que ella tenía 12 años de edad.
Imelda aseguró que no sabía que estaba embarazada, pues además de amenazarla para que no denunciara, su padrastro le había asegurado que ya “no podía pegar hijos”.
Durante el proceso legal, la defensa alegó que la joven sufrió una emergencia obstétrica durante su embarazo el cual llegó a término, por lo que acudió a una clínica para atenderse por un intenso sangrado que tuvo luego de ir al baño.
Fue la doctora quien la revisó, la que acusó a Imelda de tentativa de homicidio agravado tras denunciarla a las autoridades quienes localizaron a su hija dentro de la letrina de su casa.
La pequeña, que ahora tiene un año siete meses de edad, se encuentra en perfecto estado y bajo el cuidado de la familia de la joven. Mismo tiempo que su madre a pasado tras las rejas.
El caso de Imelda Cortez se convirtió en un emblema de la lucha de las salvadoreñas en contra de las estrictas leyes y políticas que rigen su vida sexual y reproductiva.
El Salvador es uno de los pocos países del mundo en los que el aborto está prohibido en todas las circunstancias, y donde las mujeres que sufren complicaciones del embarazo, que provocan abortos espontáneos o emergencias obstétricas, son a menudo acusadas de homicidio agravado por la Fiscalía.
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