¿Cuántos de sus conocidos se han enfermado de gripa o resfriado en los últimos días? Seguro todos culpan a los cambios de temperatura, ¿verdad? ¿Sabían que no es del todo cierto? Hay muchos mitos al respecto.
Desde pequeños escuchamos diversas opiniones sobre qué hacer y qué no cuando uno tiene gripa y crecemos con esas ideas que transmitimos a nuestros conocidos y familiares, aquí te presentamos la verdad sobre algunos de ellos.
La vitamina C cura o previene el catarro
No hay pruebas científicas de que un aporte extra de vitamina C reduzca la incidencia ni la duración de los resfriados.
Evidentemente, una alimentación correcta que nos proporcione suficientes vitaminas y minerales nos hará estar físicamente mejor y más preparados para superar cualquier contratiempo de salud. Para ello la clave es mantener una dieta variada y equilibrada, y no solo tomar suplementos vitamínicos.
Hay que beber muchos líquidos
Debemos mantener en todo momento una ingesta adecuada de líquidos, pero el tradicional consejo de “beber abundantes líquidos” cuando se padece un resfriado o una gripe no está avalado científicamente.
En cualquier caso, la sudoración asociada a la fiebre (un síntoma frecuente en la gripe) puede contribuir a un cierto grado de deshidratación. Ello nos producirá sed, el mejor signo de la necesidad de nuestro cuerpo de ingerir agua. Pero no siempre esta respuesta es obvia, sobre todo en niños pequeños y personas mayores. Por eso con frecuencia se añade el término “abundante” para así asegurar el nivel correcto de hidratación, que ayuda además al proceso natural de fluidificar secreciones.
El frío provoca que nos resfriemos
El frío no causa los resfriados. El resfriado es una enfermedad causada por virus que se transmiten de unas personas a otras. Los virus “viajan” sobre todo por vía aérea a través de las gotitas originadas al hablar, toser o estornudar.
Es un hecho, sin embargo, que la mayoría de los resfriados se producen en las estaciones frías (desde principios del otoño hasta finales del invierno). Esto se debe a una combinación de factores:
- La gente convive más tiempo en casa y en espacios cerrados.
- Los centros educativos están abiertos, con lo que aumenta el riesgo de exposición a los virus.
- En determinados climas, la combinación de frío y escasa humedad favorece la sequedad de las fosas nasales y las hace más susceptibles a los virus del resfriado.
Si me resfrío es porque estoy bajo de defensas
No necesariamente. Una persona adulta sana puede padecer perfectamente de dos a cuatro catarros durante el año. Los niños pueden incluso duplicar esta cifra.
El tabaco empeora el resfriado
Sí. Los estudios muestran que los fumadores, sobre todo los más empedernidos, presentan más riesgo de contraer resfriados y gripe, así como de que sus síntomas sean más intensos. Respirar en ambientes contaminados por el humo del tabaco deteriora las mucosas de vías respiratorias, favoreciendo la adhesión y penetración de virus y bacterias.
La miel es buena para la garganta y la tos
Tradicionalmente la miel se emplea para el dolor de garganta y, mezclada con leche o con limón, para la tos. Lo cierto es que produce un alivio subjetivo y, según un estudio reciente, su uso es tan eficaz como el de un antitusivo (medicamento contra la tos) y además es más barata y sin efectos adversos. No se aconseja a niños menores de un año, por el riesgo de botulismo.
Es útil recurrir a medicamentos para los síntomas del catarro
Debemos de tener claro que la gripa desaparece por sí sola al paso de unos días, cuando los anticuerpos actúan sobre el virus, aunque los síntomas son incómodos y provocan que se adquieran analgésicos, éstos no aceleran la sanación del catarro, pero ayudan a aliviar la fiebre y los dolores.
Cualquier persona podría prescindir de estos medicamentos.
Es útil lavarse las manos
Mantener limpias las manos sí es una práctica importante para prevenir la transmisión de resfriados y gripe, principalmente después de toser, estornudar o atender a una persona enferma; ya que así se evita contagiar a las demás personas al tener contacto con ellas o con sus objetos.
Los antibióticos también sirven para tratar los resfriados
Falso. Los antibióticos funcionan contra las bacterias pero no contra los virus, y tanto los resfriados como la gripe están causados por virus.
No ayudan tampoco a curarse antes, como mucha gente cree, y nos exponen a efectos adversos. Su uso indiscriminado contribuye además a que las bacterias generen resistencias (con lo cual, si más adelante los necesitamos, no nos harán efecto).
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