Este próximo 9 de marzo las mujeres mexicanas buscan paralizar a México por un motivo diferente, para que no las maten, para que no las desaparezcan
La fuerza de las mujeres se ha dejado sentir en diversas etapas de la historia moderna, pero ninguna ha sido más fuerte que cuando se unen para paralizar la vida de un país como lo hicieron en Islandia en 1975.
Convocadas por la organización feminista Red Stockings, las mujeres islandesas se unieron para celebrar “El día libre de las mujeres” el 24 de octubre de 1975.
Ese día en lugar de ir a la oficina, dedicarse a las labores del hogar o a cuidar de sus hijos, las mujeres tomaron las calles de Islandia para manifestarse por la igualdad de género.
Fue un evento que cambió la percepción sobre las mujeres en el país y ayudó a situarlo a la vanguardia de la lucha feminista.
Con el argumento “si las mujeres paran, se para todo”, en aquel momento 25 mil mujeres alzaron la voz para clamar por sus derechos, especialmente por la desigualdad salarial que padecían ya que los hombres ganaban 40% más que ellas, además de que el número de mujeres en el Parlamento no superaba el 5%.
Aquel día el 90% de las mujeres del país secundaron la huelga, provocando que los bancos, el transporte, las guarderías, las fábricas, las cajeras se pararan.
La concentración más grande fue en Reikiavik, a la que acudieron 25 mil personas. Este día supuso un antes y un después para la vida de las mujeres en la isla.
De acuerdo con la expresidenta Vigdis Finnbogadottir en una entrevista con la BBC, esa huelga fue el primer paso entre para la emancipación de las mujeres.
Pero también fue un día diferente para los hombres del país: debido al cierre de lugares de cuidado y dependencia, así como de institutos y escuelas, hubo hombres que tuvieron que llevarse a sus hijos al trabajo (los que lograron llegar), otros que se encargaron de las tareas del hogar y otros de las personas dependientes.
“Escuchábamos a los niños jugar mientras los locutores hablaban en la radio”, explica. “Algunos medios llegaron a cerrar o a sacar la edición en papel mucho más corta que un día normal”.
Aquel paro cambió completamente la manera de pensar de los islandeses y se puso en valor el papel de las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad.
Cinco años más tarde de la huelga, Vigdis Finnbogadottir venció a tres candidatos y se convirtió en la primera presidenta mujer elegida democráticamente.
Los hombres, lejos de enfadarse, vivieron aquello también con mucho interés y las empresas se organizaron y prepararon para poder cubrir los servicios mínimos.
Este próximo 9 de marzo las mujeres mexicanas buscan paralizar a México por un motivo diferente, para que no las maten, para que no las desaparezcan, porque en el fondo la consigna es la misma: Sin nosotras, sin las mujeres el mundo no avanza.
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NCV