Las mujeres de la industria musical no se quedan calladas. Mujeres de diferentes generaciones, han alzado la voz dentro del mundo de la música para encontrar equidad en un universo que ha estado dominado sólo por hombres.
Al paso de los años, las mujeres en la industria musical han luchado por ganarse un lugar en ese universo que tradicionalmente ha sido nominado por hombres. Poco a poco los movimientos en la búsqueda de equidad han llevado a las mujeres a utilizar su voz para decir con lo que no están de acuerdo y cambiar el status quo para continuar abriendo el espacio a nuevas generaciones.
Desde sus letras, el género en el que incursionaron, la actitud, la forma de hablar, sus mismos shows y hasta la forma de vestir ha sido parte de la lucha de artistas como Madonna, Joan Jett, Debbie Harry, Shirley Manson, Courtney Love, Beyoncé, Rihanna, Karol G, Shakira y Miley Cyrus, entre muchas otras.
El más reciente ejemplo de esto es sin duda Shakira quien en su colaboración con Bizarrap en la Music Session #53 hizo —a un nivel mainstream mundial— lo impensable: en vez de mantener las formas y la discreción establecidas que una mujer debería tener ante la infidelidad de su expareja, el futbolista Gerard Piqué, volcó todas sus emociones de manera catártica en un tema de tres minutos y medio en el cual no solo le canta a su ex, sino también a su actual novia y hasta su suegra.
El éxito de la canción, que casi ha alcanzado las 400 millones de vistas en YouTube y casi la misma cantidad de oyentes en Spotify, fue justo la conversación que se desató a su alrededor al romper las reglas implícitas de no mencionar nombres y dejando atrás las metáforas en un tema de desamor. Así en poco más de tres minutos se convirtió en la voz de millones de mujeres que han pasado por un proceso similar, empoderando esas emociones de manera creativa y encontrando empatía tanto en mujeres como hombres.
Si bien Shakira ya tenía canciones de desamor nunca había sido tan clara al plasmar sus sentimientos como lo fue con la Sesión 53; sin embargo meses antes de la llegada de este tema producido por el argentino Bizarrap, Shakira había dado pequeños destellos de la historia en canciones como Te felicito y Monotonía.
Tan sólo dos días después de que la colombiana lanzara la bomba llegó Miley Cyrus con su tema Flowers y las comparaciones no se hicieron esperar. Que si Shakira había sido mucho más directa y Miley había acribillado a su expareja, Liam Hemsworth, con un himno al amor propio en el que no lo menciona. Sin embargo Flowers apareció casi como una respuesta al tema que Hemsworth le dedicó el día de su boda a Miley: When I Was Your Man de Bruno Mars, en donde resalta que no necesita de un hombre para sentirse amada.
Además de que la nacida en Tennessee no dudó en dar pequeñas referencias a su ex como la sesión de ejercicio que tiene en el video, la casa donde lo filmó —donde se supone Hemsworth la engañó con 14 mujeres diferentes— y el vestido que utiliza, dorado, en referencia al que utilizó la actriz Jennifer Lawrence —quien aceptó haber besado al actor aún casado con Cyrus— en la premier de Games Of Thrones.
Flowers es parte del nuevo disco de Cyrus, Summer Vacation, y se ha convertido en una de las canciones más escuchadas de YouTube con 300 millones de vistas y 625 millones de escuchas en Spotify.
En los últimos años la música urbana, que por mucho tiempo se vio dominada por hombres, le ha dado a una nueva generación de cantantes mujeres el espacio para expresar quiénes son y cómo quieren ser, sin importar las normas sociales de género.
Es decir, personajes como Karol G, quien acaba de lanzar junto a Shakira el tema TQG en la que acompaña a su paisana con un tema de desamor directo a sus exparejas; y Cazzu, la argentina conocida como La Jefa del Trap, han consolidado un lugar en el mundo de la música urbana por sus letras, su actitud y principalmente por sus mensajes.
Este movimiento no es nada nuevo. En la década de los 90 se gestó el carácter y actitud de artistas femeninas que fueron ejemplo de las estrellas actuales. Por ejemplo Beyoncé ha consolidado un lugar en el olimpo de la música desde hace casi tres décadas y ha sido ese privilegiado lugar lo que le da la libertad de empujar los límites más allá de lo políticamente correcto.
En 2016, cuando fue el acto estelar del medio tiempo en la edición 50 del Super Bowl, la cantante no dudó ni un instante hacer visible el movimiento Black Life Matters con un show en el que evocó a Malcom X y las Panteras Negras de los años 60, vistiendo a sus bailarinas como lo hacía el movimiento político que resaltaba el llamado poder negro. Fueron las mismas bailarinas quienes, al fondo del escenario, hicieron el saludo del puño al aire que hicieron los atletas Tommie Smith y John Carlos en los Juegos Olímpicos de México en 1968.
Rihanna, quien este año protagonizó el espectáculo medio tiempo del Super Bowl, convirtiéndose en la primera mujer embarazada en hacerlo, rechazó el espacio por muchos años en apoyo al jugador negro Colin Kaepernick, quien fuera el quarterback de los 49 de San Francisco y quien, arrodillándose al inicio del himno nacional estadunidense en los partidos de la NFL, protestaba por la brutalidad policíal y la inequidad racial que se vive en Estados Unidos.
En los 90, mujeres como Shirley Manson, vocalista de Garbage, y Courtney Love, fundadora de la banda Hole, marcaron a una generación de mujeres con su actitud. La originaria de Edimburgo, Escocia, se colocó en el reflector cuando, en 1995, el primer disco de Garbage salió al mercado y los temas como Only Happy When It Rains y Stupid Girl comenzaron a escalar en las listas de popularidad de la radio y de videos.
La imagen de Shirley —una atractiva pelirroja con actitud desafiante, labios rojo sangre, ojos azules delineados en negro y botas de motociclista— la colocó en cientos de portadas de revistas e influenció a las chicas de la década de los 90 y permaneció hasta el día de hoy en personajes como Avril Lavigne, Ashley Simpson y Kelly Osbourne, quienes adoptaron elementos que Manson impuso.
Por su parte, Courtney Love se aventuró en el mundo del grunge no sólo por su matrimonio con Kurt Cobain —líder y vocalista de Nirvana— sino también por haber creado una banda en la todos los integrantes, excepto el baterista, eran mujeres que además de ser sexys podían hacer música.
Años atrás, en la década de los 80, personajes como Debbie Harry y Joan Jett, se colocaron en el ojo del huracán porque sencillamente querían ser ellas y hacer rock. Así la vocalista de Blondie se convirtió en una de las primeras mujeres en liderar una banda integrada por hombres, mientras que Jett no permitió que su música se perdiera en la oferta y temas como I Love Rock N’ Roll se mantiene como un himno entre las chicas rebeldes.
MADONNA, INSPIRADA POR DAVID BOWIE
La cantante estadunidense ha sido una referencia desde la década de los 80 por no solo destruir el status quo y empujar los límites al máximo, Madonna es un icono de la rebeldía y los derechos de las mujeres que nunca se ha callado la boca.
Ejemplo de esto fue su irrupción en el mundo de los videoclips en 1984 cuando, ataviada en un vestido de novia blanco, se arrastró por el suelo cantando el tema de la manera más sensual que pudo, lo cual la llevó a ser blanco de críticas y aplausos. Años después la neoyorquina no tuvo el menor problema en mostrarse como una mujer que disfruta de su sexualidad y entonces llegó Blonde Ambition Tour, el libro Sex y el disco Erotica.
En 2012 la cantante fue elegida Mujer del Año por los Premios
Billboard, y, durante la aceptación del galardón, Madonna lanzó uno de los discursos más recordados del evento… y uno de los que más alcance han tenido.
Hoy me paro frente a ustedes como un felpudo… oh, es decir como una entretenedora. Gracias por reconocer la capacidad de continuar mi carrera durante 34 años en la cara de un sexismo descarado, misoginia y constante e implacable abuso. Por supuesto que me inspiraron Debbie Harry y Chrissie Hynde y Aretha Franklin, pero mi verdadera musa fue David Bowie. Él personificaba al espíritu masculino y femenino que me cabía perfectamente. Él fue el que me hizo entender que no hay reglas. Pero entendí mal, no hay reglas si eres hombre. Sí las hay si eres mujer.
Cuando eres mujer tienes que jugar el juego. Se te permite ser linda y sexy, pero no parezcas inteligente. No tengas una opinión que no esté alineada con el status quo. Se te permite ser cosificada por los hombres y vestirte como una puta, pero no puedes apropiarte de tu putería. Y ni se te ocurra, repito, ni se te ocurra compartir tus propias fantasías sexuales con el mundo. Sé lo que los hombres quieren que seas, pero más importante, sé lo que las otras mujeres se sienten cómodas que tú seas alrededor de otros hombres. Y finalmente, no envejezcas, porque envejecer es un pecado. Vas a ser criticada y denigrada y definitivamente no te van a pasar en la radio”, señaló.
Con información de Excélsior.