La sociedad mexicana encontró en las carpas al final del proceso revolucionario un lugar para divertirse, escuchar música e incluso informarse
Las carpas surgieron en el México posrevolucionario, allá por la década de los años 1920 como un espectáculo popular al que accedía público de todas las clases sociales, tanto de la ciudad como de comunidades rurales
La carpa, además de un espacio de entretenimiento y diversión, fungía como medio de información, pues llevaban las noticias de lo que estaba pasando en México a todas las ciudades y pueblos, esto ante la aún inexistencia de medios masivos de comunicación, además la gente en una gran mayoría no sabía leer
Las carpas estaban hechas de madera o de materiales baratos que se ponían y quitaban fácilmente. Su objetivo era que la gente se entretuviera.
Las compañías que llevaban las carpas de un lado a otro eran numerosas: contaban con músicos, actores, actrices, bailarines, guionistas, cómicos e incluso magos, acróbatas. El espectáculo de la ”carpa” se presentaba en tandas; las personas pagaban un solo boleto para ver varias funciones.
”La Carpa” dio lugar y vio nacer a muchas personajes que se volverían estrellas de renombre como: Mario Moreno “Cantinflas”, Germán Valdés “Tin Tán” José Antonio Espino Mora “Clavillazo”, Adalberto Martínez “Resortes”, Roberto Soto “El Panzón Soto” y su hijo Fernando Soto “el Mantequilla”, Jesús Martínez “Palillo”, Fanny Kauffman “Vitola”, Amelia Wilhelmy y Delia Magaña, (la Guayaba y la Tostada), Ma. Luisa Montoya, familias como los Soler, los Valdés, o las hermanitas Arozamena entre otros, nacieron bajos ”las carpas”.
En los años 30 y 40 llegaron las bailarinas exóticas y rumberas, como María Antonieta Pons, Meche Barba, Ninón Sevilla, Rosa Carmina y la Tongolele.
Sin embargo todo lo que nace termina y con los cambios y transformaciones políticas en México comienza la decadencia del teatro de carpa y de revista.
El teatro de revista se vuelve teatro musical, se va por la diversión y el entretenimiento, gana atractivo por mostrar muchachas con poca ropa y por alburear en tanto que se vuelve menos político, por la misma censura.
A principios de los cincuenta las carpas empezaron a declinar, el cine cobró más fuerza e incluso la televisión, por lo que muchos de los cómicos emigraron a estos medios.
El fenómeno de la radio y la televisión, dieron un giro al entretenimiento, a la forma de pensar y de criticar. Así terminaron las carpas mexicanas.
Con información de José Ramón Salinas
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