A través de seis episodios será contada la historia de “Como agua para chocolate”, publicada hace 35 años por Laura Esquivel
Después de 35 años de la publicación de la novela Como agua para chocolate, de la escritora mexicana Laura Esquivel, será lanzada una serie de televisión con esta historia de rebeldía y amor, cuya narrativa se acompaña de las recetas de cocina y tradiciones de una casa habitada por mujeres, en la época de la Revolución Mexicana.
Será el 3 de noviembre a través de Max y el canal HBO cuando se estrene esta nueva versión que es protagonizada por Irene Azuela como Mamá Elena, Azul Guaita como Tita, Andrés Baida como Pedro, Andrea Chaparro como Gertrudis, Ana Valeria Becerril como Rosaura y Ángeles Cruz como la abuela Nacha.
La novela de 1989, exponente del realismo mágico, en el que lo irreal parece cotidiano, retrató a un país en el que las tradiciones y costumbres a elegir por las mujeres de la época se imponían ante sus propios deseos y decisiones, como el que la última hija de la familia tendría que quedarse a cuidar de su madre y renunciar a cualquier otro plan anhelado.
Sin embargo, una de éstas mujeres decide romper con tal esquema, para que sus futuras generaciones femeninas hagan del amor y de su vida una elección propia.
El condimento de la historia son las emociones expresadas a través de la comida: sus olores, sabores y sinsabores. Todo ello como una manifestación de que lo que se cocina y degusta es también parte de una introspección y una herencia familiar.
Incendios femeninos
Irene Azuela habló de Mamá Elena, que en 1992 fue recreada por Regina Torné, ganadora del Ariel a Mejor actuación femenina por tal personaje.
“Una de las grandes oportunidades que te da revisitar la historia en una serie es que tienes más tiempo de contar más momentos de la novela. En ese sentido, la adaptación ha subrayado la naturaleza o el carácter de un personaje que a lo mejor estaba nada más con un trazo muy grueso y lo hemos hecho más fino, subrayando ciertas cosas.
“Algo lindo de esta adaptación es que a Mamá Elena la presentan como una mujer que sintió un fuego enorme en su juventud. Si bien se tuvo que casar con el hombre con el que tuvo a sus hijas, tuvo un amor que la incendió por dentro. Es después de eso que ella se apaga y acaba muerta: lo que tiene adentro son cenizas.
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A partir de ellas es como se relaciona con el mundo y con sus hijas. De alguna manera, quiere evitar que sus hijas se incendien por dentro. Por eso es ‘no vas a salir de esta casa, no te vas a acercar a este hombre que te gusta, pero sí vamos a seguir las formas y la tradición familiar, que dicen que lo que tiene que hacer la hermana primeriza es casarse’.
“Sí, seguir las tradiciones, pero entendiendo que esta mujer tuvo una vida sexual satisfactoria y esa pasión que nos hace sentirnos vivos, que cuando se apaga, nos hace sentir completamente muertos. La invitación que hace el personaje es entrar al universo de la mala de malolandia, pero quisimos entender sus porqués para acercarnos de manera más suave al personaje”, expresó Azuela durante el rodaje.
Puntos de quiebre
Azul Guaita, quien recrea a Tita, destacó que la serie aborda lo que ella llama “traumas generacionales”, al observar de cerca las tradiciones impuestas a las mujeres y el punto de quiebre que ocurre en algún momento dado, en las historias familiares.
“Son este tipo de cadenas en las que si tu mamá te hablaba mal, tú le vas a hablar mal a tu hijo. Es algo que Tita logra, el ‘yo no voy a ser así, no quiero ser así’ y es importante que ese patrón se rompa, porque no por ser familia signfica que siempre tenga la razón, o porque siempre ha sido así, sea lo correcto.
“Lo que encontré en Tita es que las cosas que hace son con mucho amor y se ciega, se centra sólo en eso. Todo lo que siente lo pasa a lo que hace. Yo cocino a veces y cuando lo hago me centro ahí, no hay nada más pasando alrededor. Lo mismo cuando pinto, estoy las horas y salen los sentimientos, que traspaso al papel”, señaló Guaita.
Para Ana Valeria Becerril, quien encarna a la hermana mayor de Tita, Rosaura, aunque hay una larga distancia entre los personajes femeninos y lo que ocurre hoy, todavía hay cenizas del pasado.
“El papel de la mujer hoy en día es muy distinto, pero algo que me ha traído este proyecto es darme cuenta que estas cosas, que como mujeres todavía cargamos y que no sabemos de dónde vienen, como lo que nos duele y las expectativas, nos hacen voltear atrás y ver cómo lo vivió tu madre, tu abuela, tu bisabuela. Hay que honrar esa parte.
“De Rosaura, hay que reconocerle su dolor, pues no es sólo una mujer acartonada y amargada por las circunstancias”, dijo.
Andrea Chaparro, hija de Omar Chaparro, reveló que la escena en la que Gertrudis escapa desnuda en un caballo, también estará en esta serie: “Está desnuda, porque la libertad no cabe en su ropa”, concluyó.