
El Vaticano revela las primeras imágenes de la sepultura del pontífice argentino, ubicada en la Basílica de Santa María la Mayor, cumpliendo su deseo de un descanso final sencillo y significativo.
El domingo 27 de abril, el Vaticano compartió las primeras fotografías de la tumba del Papa Francisco, quien falleció el 21 de abril a los 88 años. La sepultura se encuentra en la Basílica de Santa María la Mayor en Roma, un lugar de especial importancia para el pontífice debido a su devoción a la imagen de la ‘Salus Populi Romani’.
La tumba, de diseño austero, consiste en una losa de mármol blanco proveniente de Liguria, región natal de los abuelos del Papa. En ella se inscribe únicamente “Franciscus”, su nombre papal en latín, acompañado de una reproducción en plata de su cruz pectoral con la imagen del Buen Pastor. Este diseño refleja la humildad que caracterizó su pontificado.
Durante su vida, Francisco expresó su deseo de ser enterrado en esta basílica, decisión que quedó plasmada en su testamento. La elección del lugar y el estilo de la tumba subrayan su compromiso con la sencillez y la cercanía al pueblo.
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La tumba está situada junto a la capilla ‘Salus Populi Romani’, donde el Papa solía rezar antes y después de sus viajes apostólicos. Este gesto final simboliza su profunda conexión con la Virgen María y su dedicación al servicio pastoral.
Desde la apertura de la basílica para visitas, miles de fieles han acudido a rendir homenaje al Papa Francisco, destacando el impacto de su legado espiritual y humano en la comunidad católica y más allá.