El éxito y la aceptación del Walkman fue tal que incluso con la salida del Discman, aún se seguían vendiendo unidades para KCT
Cada vez me queda más claro que la tecnología no se crea ni se destruye, sólo se actualiza. Vamos y venimos por diferentes dispositivos, plataformas y códigos, pero al final las bases del lenguaje escrito, auditivo y visual seguirán igual.
Y es que no quería terminar el mes sin hablar de este interesante invento. Una tecnología que revolucionó al mundo durante dos décadas. Le dio a los usuarios la posibilidad de poder llevar su música a todas partes y poder escucharla al volumen que quisiera sin molestar a los demás.
Como una actualización del radio portátil y la grabadora de reportero Pressman, Sony bajo la idea de su presidente Masaru Ibuka lanzó el 1 de julio de 1979 el primer Walkman.
Un éxito que catapulto las ventas y el prestigio de la compañía. Y que por 33 mil yenes, algo así como 150 dólares, le dio al mundo el gadget del momento.
Y no sólo eso, logró que la palabra Walkman se usara para definir todo tipo de reproductores de KCT sin importar la marca o nombre del modelo. De hecho el Pequeño Larousse la incluyo en 1981 con la definición de: estéreo con audífonos. Algo que también replico el Diccionario de Inglés Oxford, 5 años después.
El éxito y la aceptación fue tal que incluso con la salida del Discman, aún se seguían vendiendo unidades para KCT. Y como las buenas modas nunca mueren, hace un par de semanas la compañía hongkonesa NINM Lab, relanzo al mítico Walkman en una versión llamada “It’s OK” un dispositivo que además incluye bluetooth y grabadora de voz.
Estará disponible para diciembre en 3 colores a un precio estimado de 70 dólares.
Y es que de verdad, estos aparatos eran una maravilla…
- Unidades con KCT y Radio
- Grabadoras de Voz
- Clip para el cinturón
- Sistema Autoreversible
- A prueba de agua
Y ni qué decir de los KCT que tenían diferentes emulsiones para mejorar la calidad del sonido, con una duración de 60, 90 y 120 minutos. Además, había que ser un master para calcular dónde empezaba la siguiente canción y los podías hacer regrabables con un pedacito de papel.
Así, sólo un verdadero conocer sabrá la relación que había entre una pluma y un buen KCT. Entonces, ¿te comprarías uno?
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