De verdad lamento que nos convirtamos en un país más preocupado en la razón cibernética que en la paz real o la seguridad
Muchos temas, en esta convulsa República enfrentada. El nuevo escándalo favorito de las crueles e insensatas redes sociales fue el mensaje que desde la cabina de pilotos dio al presidente López Obrador, Rafael Paulo Bolio, Capitán de Aeroméxico, en el que conminaba a los pasajeros a que convencieran al presidente a seguir con la construcción del aeropuerto de Texcoco.
Consciente de los oficiosos críticos del presidente, no puedo más que condenar el uso del sonido de un avión en pro o en contra de un proyecto que lejos de ser de infraestructura se volvió en político. Es de amplio dominio que los anuncios que se hacen en un avión comercial tienen que ver con la seguridad y la información al pasajero. Por lo mismo no imagino un capitán de una aeronave increpando a Billy Álvarez por la mala racha del Cruz Azul, o el reclamo al seleccionador nacional por la falta de resultados.
En lo particular, lo he dicho claramente, me parece un grave error cancelar la construcción del aeropuerto de Texcoco. Reitero, entiendo la decisión del presidente de cerrar la llave a recursos interminables a sus enemigos que se repartieron cuál piratas con patente de “corso” los negocios y terrenos relativos al aeropuerto de Texcoco.
Pero por otro lado lamento que un capitán con uniforme y una nave con la identificación de una empresa haga este tipo de cosas que sin duda, compromete a la línea aérea en la cual trabaja, pues al usar el micrófono pudiera pensarse que es la postura de la empresa y no la postura de un capitán, que aclaro, también es respetable sus ideas políticas, pero no era el lugar para expresarlas. Me parece aún más grillete el gesto de publicar en redes sociales la carta que por procedimiento le mandó Aeromexico.
Reiteró que puedo comulgar con el punto de vista del Capi Bolio, pero no puedo aceptar que deje a su empresa en esa posición tan incomoda. Creo que lo más importante que debe de reinar en una aeronave es la seguridad y me parece que esas declaraciones la vulneran.
En otros temas me es importante citar lo que el propio presidente López Obrador ha dicho de lo escrito por el presidente de Multisistemas Empresariales de Seguridad, Alejandro Desfassiaux, en donde explica que desgraciadamente estamos en los primeros lugares de criminalidad en el mundo, debido a una política perniciosa de educación y en donde hemos abandonado la producción del campo y la atención a los jóvenes.
Lo que ha dado como resultado que del 2006 al 2015 nuestro país tenga registrado un millón de víctimas de violencia, con cerca de 175 mil homicidios y casi 27 mil desaparecidos. Esto lo escribió Alejandro Desfassiaux en la revista Mundo Ejecutivo. Y sin duda la realidad nos está alcanzando, no hay para donde hacernos y la solución del asunto no ha tenido una estrategia exitosa.
Ni los abrazos por balazos, ni las balas. Nada ha pacificado a este país. Es triste que lejos de resolver la situación, solo estamos enfrentados en las redes y en la vida tratando de tener la razón. En estas redes sociales que nos tienen enojados y separados, que lo mismo enfrentan a Fernández Noroña con Javier Lozano, que a actrices y cantantes.
De verdad no entiendo que nos pasa como país en donde es más importante tener la razón en Twitter a abonar en la solución de los problemas. De verdad lamento que nos convirtamos en un país más preocupado en la razón cibernética que en la paz real.
Pero no todos los mexicanos, me queda claro, que somos indolentes, existen muchos que todos los días se esfuerzan por trabajar y dar lo mejor que tiene nuestro país, por ejemplo, en este momento me encuentro en Punta Mita, y estoy realmente sorprendido de la gran cantidad de turistas canadienses y norteamericanos que se encuentran aquí.
Es un orgullo darme cuenta que en esta zona maravillosa, los mexicanos que venden su país están haciendo la diferencia. La derrama económica en esta parte fue de de 1.6 mil millones de dólares en 2018 y la inversión registrada en la zona fue de 38 mil millones de dólares lo que representa el 80 por ciento de empleos generados en la región.
Es un claro ejemplo de cómo los mexicanos cuando nos proponemos mostrar la grandeza del país y de su gente, logramos lugares tan cálidos y fantásticos como el “Sí Señor” en donde los turistas están encantados de la experiencia mexicana, con pasión y servicio, sin fantochadas solo mostrando nuestro sabor y dándoles la honestidad de nuestro país.
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