Por tercer año consecutivo estamos viendo en la final de la NBA a los Warriors de Golden State contra los Cavaliers de Cleveland, ambos equipos se han mantenido en el mejor nivel y las contrataciones que han hecho los han ayudado a seguir siendo los mejores de la liga.
En el 2015 fue la primera vez que ambos se encontraban, los Warriors tenían a un Curry imparable, de donde la tiraba encestaba, Klay Thompson que hacía segunda en los triples; un novato con altas expectativas, Harrison Barnes; Draymond Green que apenas comenzaba a ser un líder y el factor más importante: un defensivo que logró lo que pocos, gracias a él fueron campeones, Andre Iguodala paró a Lebron James.
Por si no lo vieron, en este video Iguodala detiene al rey en 28 ocasiones las cuales significaban 56 puntos que éste no encestó.
En 2016 Lebron llegaba por quinta vez consecutiva a una final de la NBA. Tres con el Heat de Miami y dos con los Cavs, el equipo de su natal Akron Ohio.
El Rey quería venganza, ese deseo hizo que todo el equipo jugara con coraje y maltrataran mucho a un Stephen Curry que le hacía falta malicia, así que Kyrie Irving, Iman Shumpert, Tristan Thompson y J. R. Smith al lado de James lograron ser campeones pero no fue precisamente un juego amigable, el objetivo era desesperar a Curry, logrando así el primer campeonato de los Cavs en la historia de la NBA, a eso se sumó la expulsión de Raymond Green dando todo a favor al equipo de Cleveland.
Este año la historia es inesperada, por un lado, los Warriors adquirieron a uno de los mejores jugadores de la liga: Kevin Durant usando el número 35. Por si no lo conocen, miren nada más lo que el couch Steve Kerr integró a su equipo:
Como pueden ver tira, pasa, cuela, no le tiene nada de respeto a Lebron y lo más importante: después de ocho temporadas en el Oklahoma City Thunder no logró ser campeón y como sabemos el hambre motiva.
Los Cavs, por otro lado, siguen siendo el cuadro campeón del 2016 pero reforzaron su banca con Deron Williams, ex movedor de los Nets y los Mavs, Kyle Korver tirador increíble que llevó a los playoffs el año pasado a los Atlanta Hawks y un Kevin Love ahora sí, sano y activo.
Esta final pintaba muy reñida, pero entre el liderazgo de KD, la malicia y madurez que adquirió Curry en esa paliza física que le dieron el año pasado y la defensa de Iguodala y Green la serie va 3 -0 y ha sucedido así:
Juego 1 Warriors 113 – Cavs 93
Juego 2 Warriors 132 – Cavs 113
Juego 3 Warriors 118 – Cavs 113
Recordemos que gana el equipo que se lleve 4 de 7 juegos y si Iguodala hace lo mismo que hizo el juego pasado, el de hoy a las 8 pm sería el último.
@jaimedelvalle