La cápsula que contenía la muestra se lanzó en paracaídas desde una distancia de 100 mil kilómetros) y aterrizó a las 08:52 hora local (15:52 BST), dentro del Campo de Pruebas y Entrenamiento del ejército en el desierto de Utah
Este domingo llegó a la tierra la primer muestra de asteroide que la NASA logró recolectar y que ayudará a los científicos a comprender mejor cómo se formaron la Tierra y la vida, luego de que fue liberada por la nave espacial OSIRIS-REx, que sobrevoló la Tierra a primera hora de hoy.
La cápsula se lanzó en paracaídas desde una distancia de 100 mil kilómetros) y aterrizó a las 08:52 hora local (15:52 BST), dentro del Campo de Pruebas y Entrenamiento del ejército en el desierto de Utah.
“¡Hemos tocado tierra!” Anunció Control de Vuelo, repitiendo inmediatamente la noticia ya que el aterrizaje se produjo unos minutos antes. Desde la sala de control de la NASA se escucharon aplausos.
Los científicos esperaban obtener al menos una taza de escombros del asteroide rico en carbono conocido como Bennu. Alrededor de una cucharadita fue devuelta por Japón, el único otro país que ha traído muestras de asteroides.
Se cree que estas muestras prístinas son los restos de los componentes básicos de los albores de nuestro sistema solar y ayudarán a los científicos a comprender mejor cómo se formaron la Tierra y la vida.
Osiris-Rex partió en una misión de mil millones de dólares en 2016. Llegó a Bennu dos años más tarde y en 2020 recogió polvo y guijarros de la pequeña roca espacial redondeada utilizando un largo palo de vacío. Cuando regresó el domingo, la nave había recorrido 6 mil 200 millones de kilómetros.
Una vez liberado de la cápsula de muestras, Osiris-Rex ya tiene como objetivo otro asteroide. Ese encuentro no se producirá hasta 2029. El esfuerzo de recuperación de la NASA en Utah incluye helicópteros y una sala limpia temporal instalada en el campo de tiro.
Los científicos están ansiosos por ver el polvo y los pequeños fragmentos de roca que contiene la cápsula. Las muestras se enviarán el lunes por avión a un nuevo laboratorio del Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston, y después se dividirán y enviarán a investigadores de todo el mundo.
Parte del material también se almacenará en una instalación segura de Nuevo México. Científicos de todo el mundo también podrán solicitar material. La esperanza es que la gran cantidad de material recogido sirva de valioso recurso para futuros investigadores.
La Tierra es “bombardeada” regularmente por meteoritos, pero éstos no tienen el mismo valor, ya que se contaminan y comprometen al entrar en la atmósfera, según el Dr. Daniel Brown, experto en astronomía de la Universidad de Nottingham Trent.
“Hoy es otro día emocionante en nuestra búsqueda para explorar y comprender la historia temprana de nuestro sistema solar. Estamos cada vez más cerca de comprender su composición química inicial, la formación del agua y las moléculas en las que se basa la vida”, comentó el profesor.
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