Traficantes de personas están aprovechando las tecnologías de la información para captar a sus víctimas; las autoridades también usan innovaciones digitales
Algunas herramientas con las que autoridades combaten la trata y el tráfico de personas son la información de GPS para rastrear a delincuentes, metadatos para vincular fotos con el dispositivo de un sospechoso y servicios de mensajería para atención a víctimas.
Actualmente, la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) capacita a personal de la Fiscalía General de la República (FGR) en el aprovechamiento de tecnologías “para prevenir, detectar, intervenir y, en última instancia, frustrar estos delitos”.
Carolina Morales Rojo, coordinadora del área de tráfico ilícito de migrantes de la UNODC México, explicó a Excélsior que, a partir de la pandemia por covid-19, los grupos delictivos dedicados a la trata y al tráfico ilícito de migrantes cambiaron su modus operandi al acentuar el uso del espacio digital y las tecnologías de la información.
Por ejemplo, mediante redes sociales, portales de empleo y videojuegos pueden captar víctimas, además de comprarles vuelos o rentarles vehículos mediante agencias de viaje en línea. Con las apps de transporte privado, pueden rastrearlas en tiempo real. Los criminales incluso han habilitado el pago con criptomonedas, dinero móvil y carteras virtuales, con lo que evitan la exposición física.
Para Morales Rojo, a la vez que “la tecnología ha aumentado las oportunidades para traficantes y tratantes, también lo ha hecho para las autoridades, quienes pueden hacer uso de tecnologías innovadoras para la prevención de estos delitos, así como investigar a potenciales sospechosos”.
Los grupos criminales que se dedican a la trata de personas y tráfico de migrantes siguen diversificando sus operaciones. Autoridades federales alertaron de un aumento en el uso de tecnología para cometer dichos ilícitos, por lo cual están trabajando en estrategias de combate mediante la innovación digital.
Ante ello, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) México está capacitando a personal de la Fiscalía General de la República (FGR) en el aprovechamiento de las tecnologías “para prevenir, detectar, intervenir y, en última instancia, frustrar estos delitos”.
México es país de origen, tránsito y destino, tanto de migrantes víctimas de tráfico, como personas blanco de trata.
“A partir de la pandemia por covid-19, se acentuó el uso del espacio digital y las tecnologías de la información (TIC) para la comisión de los delitos de la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes. Desde entonces, los grupos delictivos han modificado su modus operandi para impulsar sus actividades, generando estrategias de fácil adaptabilidad y capacidad de innovación, que les permite pasar desapercibidos, aumentar beneficios y minimizar riesgos”, comentó a Excélsior Carolina Morales Rojo, coordinadora del área de tráfico ilícito de migrantes de la UNODC México.
Mencionó que la disponibilidad, alcance y rapidez con la que los criminales pueden acceder a las TIC disminuye la necesidad de recursos humanos, pasando de operaciones locales a globales.
Para Morales Rojo, así como “la tecnología ha aumentado las oportunidades para traficantes y tratantes, también lo ha hecho para las autoridades, quienes pueden hacer uso tecnologías innovadoras para la prevención de estos delitos, así como investigar a potenciales sospechosos”.
Diversifican operatividad
En el marco de esa colaboración, han identificado que para la trata de personas, los delincuentes utilizan las TIC desde la planeación de la comisión de delito, utilizando medios de comunicación digitales entre individuos o grupos que pueden encontrarse en diferentes países o continentes.
Para la perfilación, captación y control de potenciales víctimas, emplean desde redes sociales como aplicaciones de mensajería, portales de empleo, plataformas de inteligencia artificial hasta videojuegos.
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En el caso de la transportación de las víctimas, las TIC también son utilizadas a través del uso de agencias de viajes en línea, por ejemplo, para adquirir boletos aéreos, renta de vehículos, autobuses, entre otros. Asimismo, se emplean aplicaciones de transporte privado y de monitoreo en tiempo real para rastrear físicamente a la víctima.
Además, los tratantes recurren a agencias de viajes o de servicios de alojamiento en línea para la acogida de las víctimas de manera temporal.
“Las TIC juegan un papel importante en la promoción de métodos de captación y enganche de potenciales víctimas, por ejemplo, con el uso de anuncios falsos de oportunidades laborales en redes sociales, las personas tratantes pueden simular relaciones románticas en las redes sociales para explotar a las víctimas que posteriormente pueden trasladarse a conversaciones en aplicaciones de mensajería encriptadas”, dijo Morales Rojo.
Se usan plataformas de webcam, videollamada, chats en vivo y plataformas de pago en tiempo real. El alcance llega al movimiento y lavado de activos facilitado con el uso de criptomonedas, dinero móvil y carteras virtuales, “lo que permite transferencias de dinero a través de más de una frontera con relativo bajo riesgo”.
Un clic para migrar
La integrante de UNODC México indicó que la mayor parte de la promoción de servicios de traficantes se da a través de redes sociales.
A lo largo del viaje de las personas migrantes, los traficantes les dan instrucciones en el espacio digital para cruzar pasos fronterizos de manera ilícita, sin acompañamiento presencial en la ruta. Así se exponen a menos riesgos de ser detectados.
Los principales usos de las TIC en este sentido son la publicación y difusión de servicios ofrecidos a través de redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea.
Durante todo el proceso, los delincuentes pueden mantener comunicación digital y los guían empleando aplicaciones de mapeo para dar indicaciones a las personas migrantes y mantener un rastreo en tiempo real.
Asimismo, las redes de tráfico recurren cada vez más al uso de sistemas de pago en línea en lugar de métodos tradicionales de pago en efectivo.
El panorama se ha agravado en cuanto al tráfico ilícito de migrantes.
La Oficina de Naciones Unidas en nuestro país destacó que tan sólo a finales de 2023 se registraron más de 780 mil eventos de personas migrantes en situación irregular en México, lo que representa un aumento de 77% respecto de 2022.
De acuerdo con el Estudio Global sobre Tráfico Ilícito de Migrantes de UNODC (2018), entre 200 mil y 400 mil migrantes centroamericanos recurren a los servicios de traficantes cada año en su camino a Estados Unidos y se calcula que, en promedio, las personas indocumentadas en México pagan entre cinco mil y 15 mil dólares por los servicios de traficantes.
En el caso de la trata de personas, entre 2023 y 2024, la modalidad de prostitución ajena y otras formas de explotación sexual se registró como la de mayor prevalencia con 51% de los reportes realizados a la Línea Nacional contra la Trata de Personas, seguido por 25% de reportes en la modalidad de trabajo o servicio forzado.
“Se trata de uno de los delitos más lucrativos para el crimen organizado transnacional, con un total estimado de 32 mil millones de dólares al año en todo el mundo. En México, las ganancias por tratante son de aproximadamente 182 mil 500 dólares por año”, refirió Morales Rojo.
Ante este escenario, una herramienta eficaz es el uso de las mismas TIC por parte de las autoridades para la detección oportuna e interrupción de actividades ilícitas.
“Las autoridades pueden hacer uso de la tecnología para facilitar el registro, almacenamiento, análisis e intercambio de información relacionada con las víctimas identificadas de la trata y migrantes objeto de tráfico”, dijo Morales Rojo.
Estrategias en marcha
La UNODC señala los datos de GPS como una de las opciones. Se pueden utilizar para rastrear la ubicación y el historial del dispositivo usado por sospechosos procesados.
Citan un caso en Estados Unidos, en 2011, cuando un hombre se declaró culpable de delitos de trata después de publicar los servicios comerciales de un menor en Backpage. Los investigadores pudieron usar los datos del GPS en el automóvil de un tratante para establecer las ubicaciones de varios clientes.
También está el crowdsourcing, “el acto de tomar un trabajo tradicionalmente realizado por un agente designado (generalmente un empleado) y subcontratarlo a un grupo de personas indefinido, generalmente grande en forma de una convocatoria abierta”.
Por ejemplo, la aplicación TraffickCam invita al público a subir fotografías de las habitaciones de los hoteles en los que se alojan, para que se pueda construir una base de datos con las imágenes y las características de las habitaciones que se pueda utilizar para ubicar dónde están siendo retenidas y/o abusadas las víctimas de trata.
También están los metadatos que contienen las imágenes tomadas con teléfonos móviles o cámaras digitales.
Estos metadatos, conocidos como datos Exif, contienen información sobre la cámara utilizada y la imagen en sí, como sus dimensiones y formato, y pueden hacer coincidir las imágenes con los dispositivos de un sospechoso.
Sobre el uso criminal de las redes sociales, el Proyecto Polaris, una ONG que trabaja para combatir y prevenir el tráfico, lanzó un servicio de mensajes de texto llamado BeFree, disponible todo el tiempo para que las víctimas y los sobrevivientes de la trata de personas pueden recibir asistencia.
Además, la UNODC tiene contribuciones del sector privado como Microsoft, que desarrolló la herramienta PhotoDNA en 2009 para analizar imágenes de abuso sexual infantil, que pueden ser utilizadas (sin cargo) por los órganos de cumplimiento de la ley y empresas para localizar y eliminar imágenes de abuso sexual infantil. Además de Thorn’s Spotlight, que se usa para identificar anuncios en línea sobre relaciones sexuales con menores de edad.
Ésas son algunas de las herramientas en las que autoridades se capacitan para poder hacer frente a la expansión de las redes criminales de trata de personas y tráfico de migrantes.
“Es importante que las autoridades conozcan adecuadamente las problemáticas, distinciones entre ambos delitos e indicadores particulares del espacio digital, así como el uso de herramientas especializadas que puedan ser aplicadas para la detección oportuna e interrupción de actividades ilícitas”, agregó Morales Rojo.