Los investigadores bautizaron a los recién nacidos como Zhong Zhong y Hua Hua, nacidos hace ocho y seis semanas, respectivamente, a raíz del adjetivo chino ‘Zhonghua’, que significa pueblo o pueblo chino
Los primeros clones de primates creados como la oveja Dolly, por transferencia nuclear de células somáticas, son dos macacos de cola larga genéticamente idénticos nacidos en Shanghai (China).
Los investigadores bautizaron a los recién nacidos como Zhong Zhong y Hua Hua, nacidos hace ocho y seis semanas, respectivamente, a raíz del adjetivo chino ‘Zhonghua’, que significa pueblo o pueblo chino.
Al igual que con la famosa oveja, los científicos chinos transfirieron el núcleo celular con la herencia genética de un animal a un óvulo de otro animal donante al que previamente se le había quitado el núcleo.
El óvulo se implantó finalmente en una hembra que gestó el clon.
En 1999 ya nació un mono de laboratorio con la misma información genética que uno de sus congéneres, pero en esa ocasión el animal clonado resultó de la división de un óvulo fecundado en el laboratorio, como los gemelos monocigóticos.
Un equipo encabezado por el científico Qiang Sun, miembro de un instituto de la Academia China de las Ciencias de Shanghai, utilizó un procedimiento ampliado del que se usó con ‘Dolly’ para los macacos.
Para superar la resistencia de las células a la técnica, introdujeron moduladores que activaban o desactivaban los genes que impedían el desarrollo de los embriones.
Las posibilidades de éxito aumentaron al transferir núcleos de células fetales diferenciadas, como fibroblastos, un tipo de célula del tejido conectivo.
Se obtuvieron 200 embriones con la herencia genética de monos adultos, que se implantaron a 42 hembras y se consiguieron dos nacimientos vivos, aunque esas crías murieron pocas horas después.
El éxito se obtuvo a partir de unos 100 embriones procedentes del material genético de fetos de mono.
En ese grupo se lograron seis embarazos de un total de 21 hembras. Nacieron dos crías vivas y sobrevivieron al menos los primeros 40 y 50 días, informó el equipo.
Qiang Sun seguró que su equipo respetó las pautas internacionales y pidió que la comunidad científica discuta sobre los límites éticos de la clonación en monos.
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