El padre Alejandro Solalinde propuso una reforma para que el INM ya no realice tareas de seguridad y atienda a los migrantes bajo un enfoque humanista
Con el regreso de Trump a la Casa Blanca, el Instituto Nacional de Migración (INM) debe transformarse para que ya no realice labores de seguridad y, en cambio, se atienda con un trato humanitario a los migrantes, planteó el padre Alejandro Solalinde en una propuesta de reforma que ya entregó a la Presidencia
El director del albergue Hermanos en el Camino urgió a sustituir al INM por un organismo que concrete soluciones, encauzando las acciones migratorias que realizan por separado la secretarías de Gobernación, Relaciones Exteriores, Bienestar, Salud y Educación, así como la CNDH y el Conapred.
“Debe separar el aspecto administrativo del de seguridad, que debe ir a la Secretaría de Seguridad Pública. No tiene por qué el instituto fungir como si fuera policía o, peor todavía, como Ministerio Público; tiene que haber una renovación”, expuso.
Para el activista, ninguno de los actuales directores en Migración tiene cabida en el nuevo ente, pues frenaron que la visión humanista que tiene la 4T llegara al INM.
La reforma plantea renovar la vigente Ley General de Población, que data de 1974, y la Ley de Migración, de 2011. “Ésta última prometió atender todos estos fenómenos, pero terminó siendo una norma de regulación y control de la extranjería”, indica.
Para Solalinde, por más restricciones que haya, nada ni nadie va a detener a los migrantes, por lo que llamó a encarar este reto anteponiendo la dignidad humana que merece toda persona.
SOLALINDE PIDE LIMPIA EN EL INM
Durante años, el padre Alejandro Solalinde, director del albergue Hermanos en el Camino de Ixtepec, Oaxaca, ha trabajado para que México cuente con una reforma de gran calado para atender la creciente migración a nuestro país como puerta de entrada hacia Estados Unidos.
Con las nuevas disposiciones del presidente Donald Trump para impedir el ingreso de migrantes a su país y la deportación masiva de indocumentados de México y otras naciones hacia nuestro territorio, el presbítero apunta que ha llegado el momento de esta enmienda.
Excélsior tuvo acceso al proyecto presentado en diciembre pasado por Alejandro Solalinde a la Presidencia de la República y a la Secretaría de Gobernación (Segob), titulado Conmexico, Coordinación Nacional de Migración, Extranjería, Inclusión y Comunidades en el Exterior.
La propuesta fue entregada directamente por el sacerdote a Lázaro Cárdenas Batel, jefe de la Oficina de la Presidencia de Claudia Sheinbaum, y también a Arturo Medina Padilla, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación.
En entrevista con este diario, el sacerdote católico y activista, Alejandro Solalinde Guerra, señaló que la única forma de atender el tema de la migración es instrumentando una reforma legal de carácter humanista.
“Yo creo que el Instituto Nacional de Migración (INM) debe renovarse, debe transformarse, debe separar el aspecto de seguridad nacional del aspecto de seguridad humana, lo cual sería atendido por la Conmexico.
“(El INM) debe separar el aspecto administrativo del aspecto de seguridad que debe ir a la Secretaría de Seguridad Pública, no tiene por qué el instituto fungir como si fuera policía, o peor todavía, como Ministerio Público, entonces tiene que haber una renovación”, expuso el ministro religioso.
Consideró que una vez concluido el proceso de entrega del INM por parte de su actual director, Francisco Garduño, al nuevo titular, Sergio Salomón Céspedes, pueda concretarse la reforma para atender la actual emergencia de personas en tránsito por territorio mexicano.
Un primer esbozo de esta reforma fue presentada al expresidente Andrés Manuel López Obrador en marzo de 2023, tan sólo unos días antes del incendio de la estación migratoria de Ciudad Juárez que cobró la vida de 40 personas. Pero hoy, de acuerdo con el sacerdote, es momento de ponerla en marcha.
CREACIÓN DE CONMÉXICO
La reforma presentada por el padre Solalinde daría paso a la creación de Conméxico, la cual atendería y coordinaría soluciones al tema migratorio conjuntando acciones de distintos organismos como la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), el Instituto Nacional de Migración (INM), Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas (UPMRIP) y de la Coordinación para la Atención Integral de la Migración en la Frontera Sur.
A la vez, la Coordinación daría cauce a las acciones para atender el tema migratorio que realizan por separado las secretarías de Gobernación, Relaciones Exteriores, Bienestar, Salud, Educación, de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), y el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
El proyecto pretende separar el trabajo en materia de Seguridad Nacional que realiza el INM, del aspecto humanitario de atención a la migración irregular en México, que está a punto de convertirse en un problema social de grandes proporciones.
“Coordinará (Conméxico) una política migratoria y de movilidad humana de orientación administrativa, humanista y social, desprendiéndose de su enfoque actual de seguridad y control migratorio que tiene el INM, por una de perspectiva de derechos humanos de las personas y comunidades de origen en contextos de migración.
“Identificando e integrando todos los programas, proyectos, servicios y acciones para migrantes que están dispersos en las distintas dependencias del gobierno federal y que cuentan con amplios recursos asignados en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) y no funcionan para el propósito establecido”, establece el documento.
La Conméxico modernizaría todos los trámites de los migrantes mediante una aplicación móvil y tendría la importante tarea de incorporar a las personas varadas en México en actividades laborales y de inclusión social para sus familias, en el caso de que no estén dispuestos a regresar a sus países de origen.
“Destacando aquellos (esquemas) que fomenten la inclusión social y laboral, vinculado con gobiernos locales para incorporar y hacer eficientes sus programas para migrantes y connacionales.
“(La Conméxico) realizará la gestión administrativa de regulación de la extranjería, protección de la población nacional y extranjera durante su proceso migratorio y, la atención a mexicanos en el exterior cuando estos sean retornados, o bien visiten México en ocasión de fiestas y vacaciones”, dice la propuesta.
REFORMA HUMANISTA
Según Solalinde, es deber moral del segundo piso de la 4T atender el creciente problema migratorio desde la perspectiva del Humanismo Mexicano que impulsó el expresidente Andrés Manuel López Obrador y para ello, se requiere la adecuación de distintas leyes, según el proyecto.
“Sustituirá algunos apartados de la aún vigente Ley General de Población de 1974 y en su totalidad a la Ley de Migración de 2011; ésta última que prometió atender todos estos fenómenos, terminó siendo una norma de regulación y control de la extranjería, principalmente.
“Regulará el ejercicio de los derechos a velar por parte de la Federación y los gobiernos locales, así como las obligaciones que tendrían para con las personas en contexto de movilidad. Tendrá como ejes principales: la migración y los derechos humanos; la migración y el desarrollo”, apunta la propuesta.
La nueva normatividad comprenderá apartados específicos de todas las manifestaciones de la migración en territorio mexicano.
“Como es la emigración de nuestros connacionales (mexicanos en el exterior); inmigración (extranjería); migración de retorno y transmigración, desplazamientos internos, personas y familias que requieran de protección internacional y, comunidades de origen y destino”, dice el documento.
Diversas organizaciones no gubernamentales contabilizaron un flujo de más de dos millones de personas que se internaron de manera irregular durante 2023 a México, lo que ha afectado a los estados de tránsito, principalmente en aquellos en los que la CBP One les solicitaba esperar cita para refugio en Estados Unidos.
De acuerdo con el proyecto presentado por el padre Solalinde, “es importante destacar que las asociaciones civiles y religiosas se han visto rebasadas en la atención y apoyo de estos grupos de personas extranjeras, lo que ha generado que se establezcan asentamientos irregulares en vía pública a lo largo del país”.
“Situación que genera un estado de vulnerabilidad para las personas migrantes, lo que tiene como resultado que sean un blanco fácil para los grupos delictivos. Además de generar un impacto negativo ante la sociedad, la contaminación ambiental y la salud pública”, señala el proyecto para una nueva normativa en materia migratoria.
NADA DETIENE A LOS MIGRANTES
El padre Alejandro Solalinde afirmó que “nada, ni nadie va a poder detener a los migrantes, y por eso es nuestro deber atender de forma humanista este gran reto”. Agregó que los migrantes sólo buscan trabajo y una mejor vida.
En este sentido, el sacerdote católico apuntó que la emergencia migrante está aquí y ahora, por lo que debe atenderse con la dignidad humana que merece toda persona con una reforma prioritaria a la Ley de Migración.
Creo que actualmente tiene que reformarse la Ley de Migración, pues de 2011 para acá, pues ya llovió, y se necesita deveras actualizarse en base a un nuevo humanismo mexicano, que ha propuesto la 4T y que no se ve en el Instituto Nacional de Migración, pero tampoco en la ley migratoria”, destacó.
También indicó que los albergues para migrantes que atienden ONG y las asociaciones religiosas, en este principio de 2025, están a su máxima capacidad y requieren apoyo de insumos.
“Entonces lo que hacemos nosotros es una ayuda humanitaria, una contención emocional. Y en algunos casos hemos atendido últimamente situaciones de problemas mentales que tienen que ver con psiquiatras y tenemos el apoyo de México sin Fronteras.
“Necesitamos mucho el apoyo del sector salud porque a veces lo poco que tenemos (en los albergues) lo gastamos en medicina, porque en verdad deberían de proporcionar el medicamento a los migrantes”, comentó el padre Alejandro Solalinde.
Por ello, dijo el ministro religioso y activista a favor de los derechos humanos, es urgente la transformación del INM separando su ámbito de seguridad de la atención humanitaria a través de la Conmexico.
“Yo diría que el personal actual que tiene migración, la mayor parte son personas jubiladas de las Fuerzas Armadas, entonces ellos que pudieran seguir prestando su servicio ya no en Migración, pero sí en seguridad o en la parte de Migración que fuera de Seguridad Nacional.
“La otra parte, yo, si pudiera hacerlo, no dejaría (en el cargo) casi a ninguno de los directores de Migración, porque ellos fueron incapaces de haber creado un equilibrio entre las presiones de Estados Unidos y la 4T. Ellos fueron el principal obstáculo para que la 4T llegara al Instituto Nacional de Migración y el principal obstáculo fue el director Francisco Garduño”, destacó.
Adicionalmente, para enfrentar las presiones del gobierno de Donald Trump en el tema migratorio, Alejandro Solalinde dijo que una acción contundente sería un boicot a la compra de productos de las principales compañías de Estados Unidos.
“Aquí Donald Trump se va a topar con un pueblo bien unido, que además no es patriotero, pero si es patriota, tenemos un arma muy importante, nosotros nunca vamos a competir militarmente con nadie porque somos un país pacífico.
“Pero, si vamos a competir con un arma que no la ha valorado bien Donald Trump, y son millones y millones de mexicanos en el exterior (…) tenemos un arma increíble, y sabes cuál va a ser: el boicot. Es un arma que tira a la Economía de Estados Unidos, péguenle ahí en los boicots y le bajan dos rayitas o tres o cuatro, o las que sean necesarias”, propuso el religioso.