La clavadista mexicana cometió una equivocación que le costó quedar fuera de las semifinales de la prueba de tres metros
Arantxa Chávez vivió un momento complicado en su debut en Juegos Olímpicos, pues sacó un cero de calificación en la prueba de trampolín de tres metros individual en la ronda preliminar.
En su tercera ejecución, la mexicana perdió el control, la concentración y no mantuvo el equilibrio, por lo que ya no realizó su salto como estaba planeado y cayó a la alberca entrando con los pies.
Con ese clavado Arantxa Chávez quedó prácticamente eliminada, pues se fue de inmediato hasta el último lugar tras tres ronda y era imposible que se pudiera meter entre las 18 mejores para clasificar a las semifinales y así terminó su participación en Tokio 2020.
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“Me siento muy mal, muy triste. Hubiera querido que este día hubiera sido diferente. Tuve que terminar la competencia, era lo que tenía que hacer. Solo me queda agradecer a la gente que me apoyo, entrene mucho, pero las circunstancias no se dieron. Estoy devastada”, comentó a medios con lágrimas en los ojos
Arantxa cree que le faltó preparación para la justa olímpica y que esto influyó en sus ejecuciones.
“Estaba tranquila, pero caí mal a la tabla y ya no pude hacer el clavado. En los otros dos estaba muy nerviosa porque mis aspiraciones ya habían terminado. Me costó mucho trabajo, pero fue un año muy difícil y no había tenido competencias porque desde el 2018 fue la última’, sentenció
Un incidente parecido ocurrió con la delegación de Rusia en la final donde Juan Celaya y Yahel Castillo no aprovecharon la pifia de los rusos, quienes sincronizaron de forma accidentada su clavado, el cual también fue calificado con puros ceros por parte de los jueces.
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CAB