La OMS ha clasificado a la infertilidad como una enfermedad, debido a que tiene repercusiones en los ámbitos social, familiar, psicológico y económico
El 4 de junio se celebra el Día Mundial de la Fertilidad, a fin de llamar la atención sobre los problemas de fertilidad que se presentan cada vez con más frecuencia en la población, y de identificar el momento indicado para consultar con un especialista.
Datos del del Instituto Nacional de Perinatología (INPer) “Isidro Espinosa de los Reyes” indican que en México el 15 por ciento de las parejas en edad reproductiva tiene problemas de infertilidad.
Mientras que según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC), 9 % de los hombres y alrededor del 11% de las mujeres en edad reproductiva tienen dificultades para concretar o sostener un embarazo
El término infertilidad se establece después de mantener relaciones sexuales frecuentes por un año, sin utilizar métodos de planificación familiar, no se da el embarazo (o seis meses, si una mujer tiene 35 años o más). También cuando la pareja tuvo un hijo y la mujer no vuelve a embarazarse.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado a la infertilidad como una enfermedad, debido a que tiene repercusiones en los ámbitos social, familiar, psicológico y económico.
Especialistas de la Asociación Mexicana de Medicina de la Reproducción creen que este problema de salud va en aumento por circunstancias como estrés, consumo de alcohol y tabaco, mala alimentación y postergar la maternidad, además de factores genéticos y hormonales.
Así, tanto mujeres como hombre pueden tener problemas que causan infertilidad. Lo más importante es identificar la causa, ya que de ello dependerá el tratamiento que se brinde a la pareja.
Aproximadamente un tercio de los casos son producto de problemas que tienen las mujeres, mientras que otro tercio se deben a los hombres, y el resto de casos son producto de una combinación de problemas masculinos y femeninos, o de problemas desconocidos, es decir, no se existe ninguna alteración que impida el embarazo.
Para las mujeres, la endometriosis es la principal causa, seguida del síndrome de ovario poliquístico y enfermedades de transmisión sexual. Mientras que en el caso de los hombres, la varicocele y el estrés oxidativo son los motivos más comunes.
En las clínicas de infertilidad se realiza un protocolo básico del paciente infértil y se investiga qué tipo de alteración tiene, para ofrecerle alternativas, mismas que pueden ser de baja complejidad o técnicas de reproducción asistida.
La infertilidad se puede tratar con medicamentos, cirugía, inseminación artificial o tecnología de reproducción asistida. Muchas veces, estos tratamientos se combinan. Esto según:
- Los resultados de las pruebas hechas
- El tiempo que la pareja lleva intentado embarazarse
- La edad del hombre y de la mujer
- La salud general de las parejas
- La preferencia de las parejas
Entre las técnicas se encuentran la inseminación en vitro, la manipulación microquirúrgica de embriones o gametos y la inyección intracitoplasmática de espermatozoides, entre otras.
Así, el avance de la ciencia en el campo de la infertilidad se traduce en mayores oportunidades para las parejas que no pueden lograr un embarazo de manera natural.
Es importante señalar que estas técnicas también son una opción para las mujeres en edad fértil que son diagnosticadas con cáncer de mama y antes de iniciar el tratamiento de quimioterapia, preservan sus óvulos para posteriormente fertilizarlos.
IPR
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