
La inclusión financiera de las mujeres se ha consolidado como un motor esencial para el desarrollo económico de México, contribuyendo a la reducción de la pobreza y al fortalecimiento de la demanda interna.
Expertas destacan que una mayor participación laboral y financiera femenina es fundamental para alcanzar un crecimiento económico sostenible.
Katia Goya, directora de Economía Internacional de Grupo Financiero Banorte, enfatiza que la inclusión financiera es un pilar clave para el crecimiento económico, ya que permite disminuir la pobreza y ofrecer beneficios financieros a la población. Sin embargo, señala que el principal desafío radica en lograr una participación activa de las mujeres en el mercado laboral, lo cual potenciaría su inclusión financiera y, por ende, el desarrollo económico del país.
En un entorno globalizado, la incorporación de las mujeres en la economía se traduce en una demanda interna más robusta, lo que ayuda a mitigar los riesgos asociados a factores externos. Esta integración activa no solo beneficia a las mujeres, sino que también fortalece la estabilidad económica nacional.
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Por su parte, Ana Laura Medina, directora Ejecutiva Pyme de Grupo Financiero Banorte, destaca la importancia de la inclusión financiera para el banco, enfocándose en generar un impacto significativo en las mujeres emprendedoras. A través de productos y servicios diseñados para ellas, se busca facilitar su acceso a recursos financieros que potencien sus negocios y contribuyan al crecimiento económico del país.
La promoción de la inclusión financiera femenina no solo mejora la calidad de vida de las mujeres, sino que también representa una estrategia efectiva para el desarrollo económico de México, demostrando que el empoderamiento económico de las mujeres beneficia a toda la sociedad.