Los niños y niñas con Trastorno del Espectro Autista pueden aprender a lidiar con sus discapacidades y limitaciones, para así trabajar exitosamente
Ya sabemos que el 2 de abril fue designado como el Día Mundial de la Concienciación sobre el Autismo como un llamado para incluir socialmente a las personas que tienen esta manera de ver el mundo.
Y es que, debido a las ideas erróneas al respecto, reclutadores laborales y escolares están dejando fuera a los menores con Trastorno del Espectro Autista que llegan a la vida adulta, desaprovechando capacidades propias de esta condición, como una mayor atención en los patrones de reconocimiento y el procesamiento de la información.
Esto, pese a que en los últimos años aumentó la sensibilidad hacia este tema y la importancia de garantizar los derechos de las personas con autismo, consagrados en la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad (CDPD).
En este sentido, el Día Mundial de la Concienciación sobre el Autismo 2019 está enfocado a garantizar el acceso a las tecnologías de apoyo, como un medio para reducir o eliminar las barreras a su participación en igualdad de condiciones con los demás.
Por eso, queremos mostrarle con ejemplos vivientes que la inclusión de las personas con autismo, es posible.
Mozart. Uno de los compositores más importantes de la historia occidental, se sabe que a la edad de 5 años pasaba interminables horas aislado del mundo, componiendo componiendo, gracias a su especial sensibilidad, pese a sus truncas habilidades sociales, que no le permitían conversar. Además que, presentaba repetitivas expresiones faciales.
Albert Einstein. Genio científico, creador de la Teoría de la Relatividad, del que expertos actuales creen que pudo haber presentado el Síndrome de Asperger (SA), una moderada forma de autismo, dado que fue un niño muy inteligente, técnico y solitario, características remarcadas entre los autistas, aprendiendo a hablar hasta los 3 años de edad.
Bill Gates. Cofundador de la empresa tecnológica Microsoft y uno de los hombres más poderosos del mundo, se sabe que desde joven mostró una habilidad inaudita para la informática. De temperamento reservado, evitativo del contacto visual y a veces iracundo, con movimientos de balanceo continuo cuando se concentra.
Vernon Smith. El galardonado con el Premio Nobel de Economía en 2012 se reconoce como autista, diciendo que gracias a esto es capaz de desconectarse y entrar en un profundo estado de concentración: “el mundo se queda fuera”.
Satoshi Tajiri. El padre de Pokemón fue un niño con poco interés en los estudios , obsesionado con los insectos y videojuegos, imposibilitado
para reconocer gestos emocionales de las personas y con una serie de comportamientos excéntricos, fue diagnosticado con Síndrome de Asperger.
Michael Phelps. El tritón o mejor nadador de todos los tiempos, con ocho medallas olímpicas de oro de niño presentó TDHA (Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad), una variante de autismo que no permite concentrarse correctamente en sus actividades, tareas, etc. Destaca por su dedicación para entrenar, y por estar con la mirada perdida y sonreír parcamente, incluso cuando acaba de batir algún récord.
Con estos casos podemos ver que con un tratamiento eficaz, los niños y niñas con TEA pueden aprender a lidiar con sus discapacidades y limitaciones, para así trabajar exitosamente.
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