¿Qué pasaría si realmente llegara la madre de todos los virus? ¿cuánto tiempo le llevaría al planeta equilibrar la situación?
Si vemos esto con sarcasmo, la crisis en el mundo por el coronavirus no es más que la Tierra mandándonos a nuestro cuarto a pensar en lo que hemos hecho. Bastó un simple virus, uno por cierto de los menores, para que a la especie humana le quedara claro lo fácil que sería para la Madre Naturaleza, deshacerse de nosotros.
El CoVid19, sea como haya llegado al humano, lo infecta y si este carece de las defensas básicas, ya sea por descuido o por herencia, le hará ver su suerte.
Aunque en realidad, dentro de todos los panoramas apocalípticos que hemos visto en las películas, esta pandemia, con todo y las tragedias, nos está saliendo bastante barata en términos globales.
Por que, ¿qué pasaría si realmente llegara la madre de todos los virus? ¿cuánto tiempo le llevaría al mundo equilibrar la situación? ¿somos tan importantes para el planeta, como para ponernos por encima del resto de las especies que habitan aquí? O hagamos una proyección aun más cruda. Si todo el sistema colapsara y los gobiernos desistieran, ¿qué papel jugaría el dinero, el poder o la soberbia?
Esta foto que les muestro a continuación es la vida en la tierra, aquí están organizados el reino Animal, el de las Plantas, el Fungi y el Protista. Ya se dieron cuenta ¿dónde estamos nosotros? Justo aquí.
A lo mejor, somos los más escandalosos, los que más terreno creemos abarcar, o la raza superior, pero para fines de inventario, y con una Madre Naturaleza que busca siempre el equilibrio, no somos más que otro ladrillo en una amplísima pared.
Esto pone las cosas en perspectiva. Nos obliga a analizar que estamos haciendo bien y que estamos haciendo terriblemente mal. Las consecuencias de sólo actuar en mi beneficio y lo poco que pensamos en las necesidades del resto de las especies que habitan el planeta.
Es más, si todas las especies viviéramos en un enorme condominio, ¿qué tipo de vecinos seríamos los seres humanos?
Desde el 2007, el último sábado de marzo se ha dedicado a celebrar la Hora del Planeta. Un movimiento que consiste en un apagón voluntario en donde se invita a empresas y particulares a desconectar aparatos eléctricos no indispensables y apagar las luces durante una hora.
Como una acción para concienciar a la sociedad sobre las medidas que debemos adoptar frente a los contaminantes, el cambio climático y la importancia del ahorro de energía.
Ojalá este sábado nos desconectáramos una hora, como tributo de perdón a la Tierra o como el inicio de un cambio hacia un planeta mejor. Nuestra única casa y en la cual, a nadie le gustaría ver a la Madre Naturaleza realmente enojada con nosotros.
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