Este 2021, la ganadora es “vacuna”, que designa uno de los conceptos que más han sonado en los medios de comunicación desde finales del 2020
La Fundación del Español Urgente (FundéuRAE), promovida por la Agencia EFE y la Real Academia Española, ha elegido “vacuna” como palabra del año 2021.
La cual fue seleccionada por su especial repercusión en los medios de comunicación de todo el mundo y su interés desde el punto de vista lingüístico.
La primera palabra del año para la Fundación fue escrache, en 2013, a la que siguieron selfi (2014), refugiado (2015), populismo (2016), aporofobia (2017), microplástico (2018), los emojis (2019) y confinamiento (2020). Este 2021, la ganadora es vacuna, que designa uno de los conceptos que más ha sonado en los medios de comunicación desde finales de 2020.
Además de por su gran presencia en el debate social, político, científico y económico, la Fundación la ha seleccionado por su interés lingüístico.
La Fundación explicó en un comunicado que el concepto de vacuna surgió en el siglo xviii a raíz del descubrimiento del médico inglés Edward Jenner de que los infectados por la viruela vacuna o bovina quedaban protegidos frente a la viruela humana.
En español, se utilizó durante un tiempo vaccina (creada a partir del latín vaccinus, es decir, ‘de la vaca’), pero terminó imponiéndose vacuna. Esta voz aparece por primera vez en el Diccionario de la RAE en 1803, aunque no con su significado actual, que se incluyó en 1914.
FundéuRAE señaló que esta voz y sus derivados, como vacunación o vacunado, han estado presentes en todo el mundo hispanohablante este año, ya fuera de forma aislada o como parte de construcciones más extensas: vacuna de refuerzo, punto de vacunación masiva, pauta de vacunación.
Se trata de una palabra que ha motivado incluso la aparición de neologismos, nuevos conceptos como vacunódromo (formado con la base culta -dromo, que se refiere a un espacio de grandes dimensiones destinado a fines determinados) y vacuguagua (acrónimo de vacunación y guagua).
La FundéuRAE le ha dedicado numerosas recomendaciones durante 2021, varias de ellas enfocadas a su confusión con otros términos, como suero, antídoto o inmunización. Asimismo, ha generado dudas su uso con ciertos verbos (inocular es un término genérico para referirse a administrar una vacuna, mientras que inyectar se refiere a una forma concreta de hacerlo).
Otras voces relacionadas han protagonizado recomendaciones y consultas de la Fundación este año, como tripanofobia (‘miedo irracional a las inyecciones’) o inmunidad de rebaño (para referirse a la teoría de que, si la mayor parte de una población se inmuniza frente a un virus, este grupo proporcionará protección indirecta a los no vacunados).
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Los vocablos vinculados al coronavirus agruparon una parte importante de las candidatas a palabra del año de la FundéuRAE de 2021, como ya ocurrió en 2020. Además de vacuna, entre las elegidas se encontraban negacionista y variante. Otras dos estaban relacionadas con la forma en la que la pandemia ha alterado nuestras vidas: desabastecimiento y cámper. Las demás candidatas aludían al medioambiente (ecoansiedad, carbononeutralidad), la tecnología (metaverso, criptomoneda) y otras cuestiones de actualidad (fajana, megavatio, talibán).
La Fundación apunta que ha pasado un año desde que la palabra que tanto esperamos durante 2020 se hiciera realidad. Hace 365 días, las imágenes que mostraban a los primeros vacunados de cada país inundaron las televisiones y los periódicos de todo el mundo. El 8 de diciembre de 2020, el fin de la pandemia estaba un paso más cerca: la británica Margaret Keenan, de 90 años, recibía la primera vacuna validada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Pocas veces habíamos deseado tanto que seis letras se transformaran en algo tangible, aunque el camino hasta conseguirlo no ha sido fácil: su desarrollo, reparto y administración a millones de personas fue —y sigue siendo— un enorme reto. Pero, 12 meses después, se han administrado más de 8300 millones de dosis en todo el mundo, según los datos de la OMS”, apuntó.
“El sentimiento que nos evocaba esta palabra ha cambiado a lo largo de este año. Primero fue un símbolo de esperanza que marcaba el principio del fin de la pandemia. Con el tiempo, esa esperanza se convirtió en una normalidad nueva en la que las inyecciones y las largas colas frente a los vacunódromos eran lo habitual. Ahora, tras varios meses en esta situación, regresan las restricciones, se recomiendan dosis adicionales y surgen nuevas variantes. La voz vacuna es hoy un recordatorio de que el SARS-CoV-2 persiste, de que no debemos confiarnos”, señaló.
Había dos grandes motivos para que la FundéuRAE eligiese vacuna como su palabra del año 2021. Uno de ellos fue su interés lingüístico, requisito que toda candidata debe cumplir.
La Fundación recordó que el concepto de vacuna nace en el siglo XVIII, cuando un médico inglés descubrió que los infectados por la viruela bovina o vacuna quedaban protegidos de la viruela humana.
Precisó que esa relación con las vacas ha acompañado a la palabra desde el momento en que entró por primera vez en el diccionario académico, en 1803. Su única acepción entonces era ‘cierto grano o viruela que sale a las vacas en las tetas cuando las ordeñan sin lavarse las manos los que han tocado el gabarro de los caballos’.
La FundéuRAE ha recordado que vacuna no es lo mismo que antídoto, suero, inmunización o biológico; que los neologismos vacunódromo y vacuguagua son correctos, y que inocular e inyectar no significan lo mismo.
También ha explicado cómo se escriben los nombres de las vacunas, que la concordancia adecuada es puntos de vacunación masiva (no masivos) y que tripanofobia es un concepto adecuado para hacer referencia al miedo irracional a las inyecciones, entre muchas otras cuestiones.
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CAB