El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que la fase “intensa” de la guerra contra Hamás está por terminar en Rafah, al sur del territorio palestino
Israel nuevamente lanzó un bombardeo en contra de Gaza, un día después de que el primer ministro Benjamin Netanyahu señalará que la fase “intensa” de guerra contra Hamás estaba cerca de terminar.
“La fase intensa de los combates contra Hamás está a punto de terminar”, declaró el dirigente nacionalista israelí en la cadena Channel 14, en su primera entrevista con medios locales desde el inicio de la guerra contra el movimiento islamista palestino el 7 de octubre.
Netanyahu, que se enfrenta a crecientes presiones internas y externas, matizó que “no significa que la guerra está por terminar, sino que la guerra en su fase intensa está por terminar en Rafah”.
Los soldados israelíes irrumpieron a inicios de mayo en esta ciudad, situada en el extremo sur de la Franja de Gaza y donde decenas de miles de palestinos se habían refugiado de los bombardeos.
La localidad, fronteriza con Egipto, fue blanco el lunes de disparos de artillería. También se registraron bombardeos en el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro, y en el barrio Zeitun de Ciudad de Gaza, en el norte, donde hubo combates, según testigos.
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Hamás, que gobierna el estrecho territorio desde 2007, insistió el lunes que un acuerdo de tregua debía incluir “un cese el fuego permanente y una retirada completa” de las tropas israelíes de Gaza.
Israel rechaza estas condiciones y Netanyahu, al frente de una coalición de partidos de derecha y extrema derecha, recalcó que el objetivo de la guerra sigue siendo “extirpar el régimen de Hamás” del enclave.
El grupo islamista es considerado como una organización “terrorista” por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea.
Gallant en Estados Unidos
El conflicto estalló cuando comandos de Hamás irrumpieron en el sur de Israel y mataron a unas 1,194 personas, la mayoría civiles, según un recuento de la AFP a partir de datos oficiales.
También secuestraron a 251 rehenes, de los que 116 siguen retenidos en Gaza, y entre los cuales 41 habrían fallecido, según el ejército israelí.
En respuesta, Israel lanzó una ofensiva aérea y terrestre en Gaza, que ya ha dejado 37,626 muertos, sobre todo civiles, según el Ministerio de Salud del territorio.
Netanyahu insistió el domingo en que uno de los objetivos era también “recuperar a los rehenes” retenidos en la franja.
El dirigente enfrentó el sábado la mayor concentración desde el inicio de la guerra, cuando más de 150,000 personas se manifestaron en Tel Aviv, según los organizadores, para reclamar elecciones anticipadas y el regreso de los rehenes.
Durante la entrevista, Netanyahu detalló que “tras el final de la fase intensa, podremos redesplegar algunas fuerzas hacia el norte”, en la frontera con Líbano, donde Israel ha mantenido cruces de disparos casi diarios con el movimiento islamista Hezbolá desde el inicio de la guerra.
Las tensiones con el grupo libanés, aliado de Hamás y respaldado por Irán, han desplazado a decenas de miles de habitantes a ambos lados de la frontera.
El ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, viajó el domingo a Washington para “abordar los acontecimientos en Gaza y Líbano” y deberá reunirse con el secretario de Defensa Lloyd Austin y el jefe de la diplomacia Antony Blinken.
“Nuestras relaciones con Estados Unidos son más importantes que nunca”, recalcó antes de su viaje, en un intento de rebajar las tensiones después de que Netanyahu acusara a Washington de retrasar la entrega de armas.
Estados Unidos es el principal proveedor de armas de Israel.
Saqueos y contrabando
Al ser preguntado por la posguerra en Gaza, Netanyahu indicó que está “claro” que Israel mantendrá “el control militar en un futuro próximo”.
“También queremos crear un gobierno civil, si es posible con palestinos locales” y un respaldo regional, añadió.
En el terreno, el ejército israelí afirmó que sus tropas “eliminaron un número de terroristas armados” en Rafah, destruyeron entradas de túneles usados por los combatientes y hallaron “un gran número de armas”.
El portavoz de la agencia de Defensa Civil, Mahmud Basal, indicó que dos trabajadores sanitarios murieron en un bombardeo contra el hospital Al Daraj de Ciudad de Gaza.
Además de la ofensiva militar, Israel impuso un asedio al territorio, impidiendo la entrada de comida, combustible, agua y medicamentos.
La ONU ha alertado repetidamente de los riesgos de hambruna que enfrentan los 2.4 millones de habitantes de la franja.
Los saqueos y el contrabando se han generalizado en Gaza e “impiden” la entrega de ayuda humanitaria, denunció el lunes Philippe Lazzarini, el jefe de la UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos.