Tiangong-2 consta de laboratorios en los que se han realizado proyectos pioneros como el primer reloj atómico de enfriamiento de átomos funcional o sobre fisiología humana
Después de completar su misión por casi tres años, este viernes la estación espacial china Tiangong-2, cuyo nombre se traduce en español como “palacio celestial”, saldrá de órbita de forma controlada y volverá a la atmósfera terrestre.
“Se espera que una parte insignificante de los restos del aparato espacial caiga en un área segura del Pacífico [160-90 grados de la longitud oeste y 30-45 grados de la latitud sur]”, dice una nota que el representante chino ante la ONU dirigió a nombre del secretario general y que la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Exterior (Unoosa) publicó en su sitio web.
De acuerdo con lo previsto por la Oficina de Ingeniería Espacial Tripulada de China (OIETCh), la mayor parte de la nave se desintegrará al hacer contacto con la atmósfera terrestre, mientras que una cantidad menor de restos caerán en una zona segura del Pacífico sur, ubicada entre Nueva Zelanda y Chile.
“China facilitará información sobre la nave espacial a su debido tiempo una vez que haya vuelto a entrar en la atmósfera”, agrega.
Tiangong-2 fue lanzada el 15 de septiembre de 2016, y fue la versión mejorada de la nave Tiangong-1, enviada al espacio en 2011, que cayó y se desintegró en la atmósfera el 1 de abril de 2018.
Con un peso en el despegue de 8.6 toneladas y una carga total de 600 kilos, Tiangong-2 consta de un módulo de laboratorios y otro más de recursos, en el que se han realizado una serie de proyectos pioneros como el primer reloj atómico de enfriamiento de átomos funcional en el espacio o un sistema que permitió, por vez primera que el arroz y la planta arabidopsis thaliana crecieran hasta la madurez fuera del planeta Tierra.
Además, en octubre de 2016 los astronautas Jing Haipeng y Chen Dong realizaron diversos experimentos sobre fisiología humana.
El propósito de este proyecto es hacer pruebas para la estación espacial más grande de China programada para ser lanzada en 2020 y en 2022 un tercer módulo preparado para orbitar al menos una década alrededor de nuestro planeta.
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