Tras 13 años de trabajo, Fritos Totis del Sureste se declaró en quiebra y cerró sus instalaciones, dejando sin empleo a cerca de 200 jóvenes.
Extrabajadores de la empresa Fritos Totis del Sureste dieron a conocer que los encargados de la fábrica comunicaron la situación económica de la planta, la cual se declaró en quiebra, por lo que se anunció el cierre de sus puertas y el retiro de la maquinaria de las instalaciones.
La fábrica, inaugurada el 12 de enero del 2005 en el Periférico Sur de Comitán, Chiapas, había contratado a 200 jóvenes, entre hombres y mujeres que trabajaban día y noche en la producción de aros de harina de trigo, con chile y sal para consumo nacional y ventas en Centroamérica y Estados Unidos.
Al paso de los años, la compañía redujo su personal hasta la mitad y solo laboraban durante el día, dejando atrás las promesas hechas por el entonces propietario, Abraham González Torres, quien declaró en 2012 ante el presidente en turno, Vicente Fox Quesada, que veía en Chiapas el futuro “de una manera muy distinta”, ya que la entidad empezaba a ser competitiva y a figurar en el mapa industrial.
Dos años después de haber sido inaugurada la empresa, González Torres la vendió a La Costeña, para exportar los productos Totis a Estados Unidos, Costa Rica, Panamá, Belice, Guatemala, países del Caribe y Sudamérica.
El director general de La Costeña, Rafael Celorio declaró en esa ocasión, que sentía que la empresa no había caído, pero tenían metas de seguir creciendo.
Fue en el 2016, que Celorio reconoció que el crecimiento de Totis era aún “más lento de lo que esperábamos”, pero tenían la confianza de convertir la empresa en “exitosa”.
Aunque se desconoce de manera oficial qué llevó a la quiebra a la planta, el cierre de esta fábrica dejará sin empleo a varios pobladores de la región.
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